Ya vendrán mis propias impresiones...
Sunday, November 04, 2007
Nueva Expedición: España
Ya vendrán mis propias impresiones...
Sunday, October 28, 2007
Tuesday, October 16, 2007
Sinaloa en Madrid... (¡sí!)
Los Tigres del Norte también mandan en Madrid
MADRID.- Con más de 30 años de profesión a sus espaldas, otros tantos álbumes grabados, 130 discos de platino y 125 de oro, nominados al Grammy en siete ocasiones y merecedores del premio en una, Los Tigres del Norte tienen buenas razones para autoproclamarse como el grupo 'Jefe de jefes'. Pero la banda mexicana no llegó a Madrid para apabullar, sino para arrasar gracias a una lección de humildad que sólo los más grandes se pueden permitir.
Con la sala Joy Eslava llena de un público heterogéneo y entregado desde el primer momento, los hermanos Hernández y su primo Óscar Lara (a la batería sin perder la sonrisa ni un minuto) ofrecieron un concierto para madrileños y gentes llegadas de todos los rincones de América. A leguas se veía que muchos de ellos habían ahorrado para estar anoche en la selecta sala de la calle Arenal y escuchar en directo a los "voceros del sentir del pueblo".
Otra parte del público, digamos que la indígena, llegó en buena parte gracias a Arturo Pérez Reverte, escritor que escuchó en uno de los corridos de Los Tigres del Norte una novela de 500 páginas condensada en tres minutos. Su reacción fue escribir un narcocorrido en 500 páginas, y así nació 'La reina del sur', novela que después la banda transformó en un tema ya indispensable en su repertorio.
Los papeles solicitando canciones aterrizaban en el escenario firmados por asistentes de todos los lugares de México, desde Quintana Roo a Baja California, de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Colombia, Ecuador… múltiples nacionalidades que vibraron con la letra de 'Somos más americanos' y emitieron un suspiro al unísono al escuchar los primeros acordes de 'Golpes en el corazón'.
Aunque venían a presentar su nuevo disco, 'Detalles y emociones', los de Sinaloa salieron al escenario sin más guión que los deseos de su público e interpretaron, encantados de la vida, los temas que llevan décadas cantando.
Se sucedieron 'La mesera', 'La puerta negra', 'Nos estorbó la ropa' y, cuando ya la pista del Joy Eslava se había convertido en un salón de baile más americano que europeo, Los Tigres del Norte volvieron a los narcocorridos con 'El reportero' y 'Contrabando y traición'.
El coraje de Camelia 'la tejana' rompió definitivamente la tenue línea del escenario y los admiradores y admiradoras de los Hernández irrumpieron sobre las tablas para cobrar el trofeo que esperaban: un abrazo y una foto con sus ídolos. Sin dejar de cantar, Los Tigres contentaron a todos mientras los guardianes de seguridad dejaban que el proscenio fuese un insólito colador.
Con 'El muro', tema del último disco que derriba la barrera que se cierne entre México y Estados Unidos, y todas las fronteras en realidad, el mayor de los Hernández pidió un silencio que el público concedió sin rechistar, como había hecho antes con todas sus órdenes, desde encender "todos los celulares" mientras la sala quedaba a oscuras o corear la canción que fuese.
Tras clásicos como 'La banda del carro rojo', 'Los dos plebes' o 'La jaula de oro' la banda ya se despedía pero arreció la lluvia de peticiones, así que Los Tigres sumaron a las dos horas de concierto una más y volvieron con algunos de sus grandes éxitos. "Cómo no, queremos complacerles a todos", se justificaban, hasta que con 'El tamal', 'La resortera', la muy demandada 'La camioneta gris', 'El niño y la boda' y 'El sinaloense' los maestros se despidieron como tales. "Que dios se quede con ustedes", deseó Jorge con el sombrero norteño en la mano. Y Madrid con vosotros. Hasta la vista, Tigres.
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/16/cultura/1192495092.html?a=bd44c33baaae6e39ef41773905def09e&t=1192525606
Sunday, October 14, 2007
Sunday, October 07, 2007
El Arte y el Compromiso Político: Botero
Saturday, September 01, 2007
End of Summer...
so you hear some guy in an apron, sleeves rolled up,
with his brusque sweep brusque sweep of the sidewalk,
and the slap shut of a too thin rental van,
and I told him no a gust has snatched from a conversation
and brought to you, loud.
It would be so different
if any of these were missing is the feeling
you always have on the first day of autumn,
no, the first day you think of autumn, when somehow
the sun singling out high windows,
a waiter settling a billow of white cloth
with glasses and silver, and the sparrows
shattering to nowhere are the Summer
waving that here is where it turns
and will no longer be walking with you,
traveller, who now leave all of this behind,
carrying only what it has made of you.
Already the crowds seem darker and more hurried
and the slang grows stranger and stranger,
and you do not understand what you love,
yet here, rounding a corner in mild sunset,
is the world again, wide-eyed as a child
holding up a toy even you can fix.
How light your step
down the narrowing avenue to the cross streets,
October, small November, barely legible December.
Hojeando...
* * *
Friday, August 31, 2007
Who expects the Spanish Inquisition?
De la Apologética Historia Sumaria:
___________
Wednesday, August 29, 2007
Por los Ιncendios...
Monday, August 20, 2007
"Difícil Adiós: mi Padre"
The Fever
the black and crimson bleached away:
the ocean’s rising fever,
in every drop the seas over,
damages the membrane of symbiotic algae
and coral reefs change their color.
True, it’s less sensational than acts of terror.
True, we can slather sunblock, then sunbathe,
despite the ocean’s rising fever.
After all, the planet isn’t broiling over;
algae is not an inflamed country.
It’s just coral reefs, changing color.
I wonder if it’s, yet again, the ozone layer
ruined by my aunt’s persistent use of hairspray—
this ocean’s rising fever?
I already own my share of vivid jewelry
from Mother’s childhood village on Maui.
Still, the living are losing color
in my ocean’s escalating fever.
WHY...
in this swanky restaurant
on his sixty-first birthday, because
his fear grows stronger each year,
because he’s still the boy running
all out to first base, believing
getting there means everything,
because of the spiders climbing
the sycamore outside his house
this morning, the elegance of
a civilization free of delusion,
because of the boyish faces
of the five dead soldiers on TV,
the stoic curiosity in their eyes,
their belief in the righteousness
of sacrifice, because innocence
is the darkest place in the universe,
because of the Iraqis on their hands
and knees looking for a bloody button,
a bitten fingernail, evidence of
their stolen significance, because
of the primitive architecture
of his dreams, the brutal egoism
of his ignorance, because he believes
in deliverance, the purity of sorrow,
the sanctity of truth, because of
the original human faces of his wife
and two boys smiling at him across
this glittering table, because of
their passion for commemoration,
their certainty that goodness continues,
because of the spiders clinging to
the elegance of each moment, because
getting there still means everything?
Thursday, August 09, 2007
Menú Principal: Jan Svankmajer...
yo no tenía ni idea de quién era el tal Jan Svankmajer,
Poe y Sade no son tan evidentes, pero hay muuuuuchos guiños de varios de sus textos: "El Barril del Amotinado" del primero y "Juliette"del segundo.
J a n S v a n k m a j e r
(Praga, 1934)
las emociones y la capacidad de expresarlas en miradas y movimientos nimios;
E l D e s e m p a n c e:
Hasta ahora con lo visto de Svankmajer:
¿De qué nos alimentamos realmente?
¿Qué nos consume como humanos?
No somos otra cosa más que carne...
Tuesday, August 07, 2007
Mantinades...
En mi corazón,
Sobre la hoja donde yacía la fuente de alegría
Tu amor me ha abierto
Una incurable herida.
Mis deseos
mariposas aleteando en la mente
Cada anochecer las paseo
Entre el brillo del sueño.
Tu adiós
Camino desierto y viaje lejano
Una estrella me guía
Volando, al cielo.
Mar, negro mar,
Feroz por la ira del viento
Perdiz traicioneramente herida
La afligida vida mía.
El regreso...
Con gran tristeza me despedí de todos en el diminuto aereopuerto de Montevideo.
Expedición al Cono Sur (XIV)
Los días pasaron apaciblemente en Uruguay.
Tuesday, July 24, 2007
Expedición al Cono Sur (XIV)
Si no, fíjense en un mapa... ¿Arriba el norte?
He dicho Escuela del Sur; porque en realidad, nuestro norte es el Sur.
Wednesday, July 18, 2007
Expedición al Cono Sur (XIII)
De nuevo nos encontramos en el bar FUN FUN...
Vuelvo al Sur,
Sunday, July 15, 2007
Expedición al Cono Sur (XII)
Todo ha concluido y yo permaneceré muchos días por acá... disfrutando el sur...
Despido a mi compañero con gran tristeza, vuelvo a casa de mis amigos, al Pinar, unas casas tipo cabañas que me parecen de lo más hermosas y confortables, de nuevo las dunas del río están muy cerca; hace un frío extremo para mí, se prevé que nevará en estos días.
Eleni y Carlos organizan un asado en la chimenea...
el mate y yo... entablamos tremenda amistad...
Uruguay... qué feliz me has hecho...
Expedición al Cono Sur (XI)
Bueno, el propósito inicial y principal de este viaje hasta el sur ha sido la invitación que nos hizo la Fundación María Tsakos para participar como conferencistas en una jornada en conmemoración de los cincuenta años de la muerte de Nikos Kazantzakis, sabido que es mi escritor de cabecera, aquí me encuentro hoy.
Despierto y pienso en la magnífica oportunidad que esta jornada representa, muero de nervios. La noche anterior conocí a los otros exponentes, todos son muy simpáticos y absolutamente todos son muy doctos en la materia, me siento algo aficionada...
Desde mi habitación se divisa La Rambla... unas cuantas barquitas navegan en el Río de la Plata y como en invierno amanece muy tarde, aún se ve la luna, casi llena.
Repaso la conferencia, en breve tomaré el desayuno con los otros conferencistas y empezará la esperada jornada, por suerte nuestro turno es hacia el mediodía.
Llegamos a la sala de conferencias, es llamada "el salón azul" y se encuentra en el primer piso y medio, me dicen que desde este balcón habló el presidente Chavez hace poco, cuando visitaba a sus "hermanos bolivarianos uruguayos"; me asomo desde dicho balcón y empiezo a imitar un tal acento venezolano... en verdad que empiezo a hacer simplezas porque estoy nerviosa. Es mi primera conferencia internacional y además de literatura, más aún, sobre literatura griega y mucho más aún, en torno a Kazantzakis.
Empieza la jornada... Roberto Quiroz de Chile abre en nombre de Miguel Castillo Didier, el gran difusor del helenismo en América; le siguen Elina Miranda de Cuba; ambos han hecho un estupendo rastreo de la lectura de Kazantzakis en América Latina. Descansamos un poco; ahora sigue un desenfrenado discurso de lo más ameno y apasionado que he visto, Sebastián Dozo de Argentina nos ha dado una gran lección de furor por la obra de nuestro escritor -¡qué gusto estar aquí reunidos y qué gusto escuchar a nuestros colegas!-.
Tomamos un refrigerio, ni queremos comer de nervios.
Regresamos al salón azul, Roberto de nuevo, nos habla de Mistrás, un lugar en Peloponesso con una historia impresionante, nos ha puesto una presentación power point con ilustraciones, lo que más curioso me ha parecido es su propia transcripción fonética en dialecto chileno "Ni/koj Kajantz/jakij" o algo así... luego viene una presentación teatral de una adaptación uruguaya de La última Tentación, formidable... ya llega nuestro turno.
Leemos tranquilos... hablamos de la muerte a propósito de la muerte... Yorgos ha leído muchas veces el texto porque le preocupa su español, aún cuando es evidente que es casi perfecto.
Concluimos, nos aplauden un buen rato...
Ahora viene Silvia Ricardino de Brasil, lee un excelente estudio comparado entre seis escritores brasileños y Kazantzakis. Y para finalizar, otra gran dosis de pasión, el maestro Armando Miraldi de Uruguay nos habla de su encuentro con nuestro escritor.
Pasamos a un debate después.
Me preguntan sobre la celebración de la muerte en México, hablamos sobre Borges, sobre la ascética de Kazantzakis, de la libertad, del quijote, hasta de los aztecas, y llega la hora de irnos a cenar... morimos de hambre.
Concluye la jornada...
No lo hubiera imaginado: un congreso en torno a mi escritor favorito de toda la vida; bien me lo dijo una gran amiga en México "¿te imaginas? ¡¡¡un congreso donde todos serán una bola de locos kazantzankianos...!!!!"; así fue, mi querida Martha ;-) como de sueño.
¡Hasta pronto colegas!
http://www.fundacionmariatsakos.org/fmt/esp/evento.html
Expedición al Cono Sur (X)
Llego de nuevo a Montevideo.
Desde el muelle se ve este singular edificio, es el pirmer panorama de esta ciudad.
Al bajar del buquebus, ya nos esperaban nuestros amigos, Eleni, Carlos y Peti.
Expedición al Cono Sur (IX)
Expedición al Cono Sur (VIII)
Expedición al Cono Sur (VII)
Esta mañana nos levantamos para emprender el viaje a Buenos Aires.
Por fin... era un anhelo que tenía desde hace tiempo. Con tantas expectativas abordamos esta mañana el buquebus de Montevideo a Buenos Aires. Se me dificultó zarpar, ya había tomado bastante cariño a mis anfitriones y amigos greco-uruguayos y no quería separarme de ellos.
Aún así subí al buquebus, tomé un desayuno y zarpamos.
Pasaban las horas... unos holandeses al lado... ladraban no sé qué.
El Río chocolatoso era interminable.
Yo parecía mariachi. Tomaba fotos por doquier.
Un argentino oriundo de Córdoba, creo, me interceptó con la clásica pregunta "¿pero de dónde sos vos?" "México" "Ah, alguna vez visité tu país, hermoso... bla bla bla".
No veo la hora de llegar a Buenos Aires.
Pasan más de tres horas... ¡qué impaciencia!
Aaaa... se divisan ya unos edificios -¿quizás Puerto Madero?-.
Buenos Aires no tiene malecón, sino lodo, quizás por eso la ciudad está construida totalmente de espaldas al Río de la Plata. Montevideo tiene mejor vista, sin duda.
Ya empiezo a escuchar tangos y muero por desembarcar.
Paso por la aduana. Argentina aquí estoy.
Tomamos un taxi, ¡bah! el conductor es uruguayo.
Muero de risa, el ruido de la ciudad es un constante chiflido, producto del sistema de frenos de los transportes públicos. Los bonaerenses -porteños- no parecen ya notarlo.
Pasamos la Recoleta, San Telmo... ¿vamos a Palermo? Todos estos lugares me suenan gracias a las canciones de Kevin Johansen, ¡Ja! es amigo de un amigo. -¡Saludos Santi!-.
De repente me emociono, casi tuve un déjà vu, he visto este lugar antes... ¿pero dónde?... ¡Claro! En el video de Zoom de Soda... es el planetario y tiene un graaan jardín, recuerdo que se besaban muchas personas en dicho videoclip; el conductor al ver mi entuasiasmo me comenta que se reunirán de nuevo y que harán una gira, México incluido. -Pero el tipo ha reconocido mi acento al instante, aún cuando me esforcé por hablar norteño-. ¡Qué impresión!
Buenos Aires es muy verde, he visto muchos jardines en estos veinte minutos. ¡Y cuántos edificios tan altos! ¡Y qué elegancia de ciudad! El glamour prácticamente se respira... He de hablar detenidamente de los diseños a simple vista de todos los edificios y de las tiendas. Me parecen de lo más agradable, dejaré eso para otro post.
Llegamos a la calle de Ortiz. Descansaremos en un departamento un rato y veremos Buenos Aires de noche. Un par de amigos con una bebé maravillosa nos esperan, yo no los conozco, siento ansias, arribamos a la casa de Dimitra y Tassos, y de su bebé, Anemi.
Este viaje pinta de lo mñas interesante.
Saturday, July 14, 2007
Expedición al Cono Sur (VI)
Sí, es una delicia el mate...
Expedición al Cono Sur (V)
Después de unas horas en Montevideo, aprendo algunas cosas:
Nota aclaratoria.- Cualquier parecido con otro gobierno es mera coincidencia.
Expedición al Cono Sur (IV)
Monday, July 09, 2007
Expedición al Cono Sur (III)
Saturday, July 07, 2007
Expedición al Cono Sur (II)
Saturday, June 23, 2007
Expedición al Cono Sur (I)
Esta noche partimos.
Santiago, Buenos Aires, Montevideo... Kazantzakis...
Nos veremos en unas horas...
Thursday, June 21, 2007
A propósito de los cincuenta años de su muerte... (I)
El siguiente fragmento relata la muerte del padre, de Laertes, en su huerto como un retorno a las entrañas de la tierra.
Rapsodia II
(vv 460-573)
Caronte, ingenioso podador, corta el árbol y sabe
qué rama se ha marchitado y cuál habrá de florecer.
Aún no amanece y un viejo despierto antes de tiempo,
se arrastra por el patio. Frente a él, la anciana nodriza
-en su juventud durmió una víspera con ella dulcemente
después la dejó toda su vida tejiendo en el sótano-;
ahora que cuelga solo como un higo rancio,
Volvióla a tomar en compañía.
A esta anciana la toca hoy al alba,
y la mujer, acongojada, abre los ojos en la niebla azulada
y percibe la calva cabeza del amo,
vislumbra también dos alas negras caer sobre él:
“el pobre viejo sabe que lo alcanza la sombra de la muerte”,
piensa la anciana en secreto mientras se echa la mantilla en la cabeza.
Rápida, enciende el fuego y hierve menta perfumada
para que beba el viejecillo que tirita y tibie así su corazón;
pero él, en silencio, mira la puerta temblando de esperar.
La anciana adivina que se apresura en llegar al huerto
para rendir el alma a las santas raíces de los árboles.
Le echa encima un manto tibio, lo estrecha entre sus brazos y lo lleva,
atraviesan el atrio, descorren trémulos el cerrojo
y los dos, vacilantes, suben hasta el solar.
El alba llorosa pende temblando de las ramas,
el musgo perfuma la tierra y las hojas del olivo destilan rocío
y el brumoso amanecer solloza como infante en la cuna.
Un gran cuervo a la diestra pasó silbando con sus alas,
la mujer alza la cabeza maldiciendo la carroña,
pero tras él aparecieron otros y alegres graznaban en coro,
jugaban y se solazaban en sus cópulas, en la suave luz,
y ni al cadáver del viejo olisquearon ni escucharon a la pobre anciana maldecir.
Clareaba ya cuando alcanzaron la cerca del huerto,
ya despertaban al trabajo los esclavos
y en la húmeda brisa cantaban los gallos, el cuello bien erguido.
Cae el anciano y la mujer lo apoya entonces
en el olivo ancestral que custodia la entrada, y le da a beber de un cuenco
vino añejo para fortalecer sus rodillas.
El viejecillo sostiene el licor de vida con sus dos manos
y bebe trago a trago para vigorizar su corazón.
Volvió a tibiarse su ser en sus raíces, volvió la claridad a sus pupilas
y arrojó el entendimiento un último destello a la cabeza ya en tiniebla.
Ahora divisa su jardín amado; siente las manos gozosas
y despídese de todos sus árboles, en voz baja, hablándoles por sus nombres:
“mi dulce manzano con tus manzanas y tú mi higuera con tu miel,
y mi almendral, puro, y mi parra moscatel,
les digo adiós, bajo a la tierra y me deshago en sus raíces
como un fruto marchito, soy tan sólo una hoja seca que caigo”.
Agitando los rabos corrieron hacia él sus dos perros blancos,
se acercan al amo y gruñen, anhelantes.
Les tiende el anciano sus manos a las delgadas costillas
y aspira el perfume de la tierra al calor de los canes.
Cubiertos de niebla lucen los árboles enteramente florecidos
las abejas se arrojan sobre ellos y las ramas se mecen;
dos ovejas que crió el abuelo se acercaron balando
y buscan lamer las amadas manos conocidas.
El ciervo, cachorro, irguió con suavidad la cabeza,
reconoce al anciano y sus dos ojos, enormes, centellearon
y como príncipe camina altivamente a saludarlo,
y el viejo, como árbol generoso, a su sombra acogía a todos sus animales.
A su lado permanecía la mujer, lloraba y sabía
que el espíritu es una lámpara que alumbra y se apaga con el tiempo,
y que Laertes despedíase por vez postrera del mundo.
Un gran cuervo ya viejo, que había alimentado el abuelo
saltó también gozoso y se posó sobre el hombro derecho,
se estremeció el anciano al sentir el rudo graznido en sus oídos
cerró los ojos y sintió el pesado sudor recorrerle el cuerpo.
Lanzó entonces la nodriza un grito ronco, los criados se juntaron
dejando suelto el ganado en la pradera,
acudieron también los zagalejos con los bastones arqueados.
Rodean al amo los esclavos, detienen piadosamente sus rodillas secas
y sus gastadas manos para que no parta;
mas él, ya lejos, apoyó el cuello en el olivo viejo,
la mirada vacía viajaba hasta
el umbral del Hades y su rostro pálido tornaba
y despedíase mudo, sin dolor, del mundo de la tierra.
La nodriza se arrodilló lamentándose junto al moribundo:
“déjame enviar, señor, a un esclavo a dar aviso a tu hijo”.
Pero Laertes cerró los ojos y mordió su lengua
y con los dedos entumecidos detiene a la mujer.
Blandamente comenzó a lloviznar sobre los árboles floridos;
Abriéronse las flores, la tierra esparció su aroma, se posó un ruiseñor
en la copa del olivo y agitó sus alas empapadas.
El anciano dobló la cabeza, aspiró la tierra mojada.
Como un terrón del campo cuando ha llovido, su entendimiento se deshizo
y en su mente comenzaron a labrar los bueyes lentamente.
Tomó con fuerza la reja del arado, se hundieron sus pies en los surcos
y alondras, gorriones y cigüeñas volaron bajo clamando:
“rompe la tierra, abuelo, y árala de nuevo para que comamos”.
Él escuchaba a los pájaros, urgía a las bestias y sus entrañas
se abrían como la tierra alimentando a las aves.
Tales recuerdos y alegrías evocaba Laertes murmurando
y pesadamente abrió los brazos,
extendíalos al viento como el sembrador que esparce las semillas,
y la nodriza, adivinando el anhelo secreto del labrador
tomó unos granos en su pañuelo
y los vació en el regazo del amo, y él,
ciñó la sagrada semilla con sus manos temblorosas,
cobra vigor, sonríe en silencio y se reincorpora.
La tierra se ablandó con la llovizna y de los surcos
brotó el olor del estiércol en el campo.
El viejo se tambaleó y cuando alzó la mano
para arrojar la semilla a la tierra, tropezó y cayó,
se arrastró sobre el vientre, se levantó con las rodillas temblorosas,
y arrojó el trigo abriendo los brazos como si lo bendijera,
cayó de bruces sobre la tierra,
levantó la cara con las barbas llenas de barro espeso.
Los gorriones lo rodearon picoteando el suelo jubilosamente,
el viejo cuervo saltaba a la espalda del amo
y delante, los perros blancos lo precedían en la llovizna tenue.
De repente el arco iris hundió sus pies entre la hierba,
se colgó del aire e irradió todo dulzura,
se unieron cielo y tierra con un puente y cesó la llovizna.
Pero el anciano, embelesado en la semilla, no contemplaba ya el cielo,
intentó arrojar el último puñado mas resbaló de boca,y en la tierra humedecida hundió su cabeza como un último grano de trigo.
Dit hart zo groot!
Saturday, May 05, 2007
¡La lengua es de quienes la hablan!
Thursday, May 03, 2007
¡¡¡¡OLLIN KAN 2007!!!!
Ya empezó el OLLIN KAN 2007 -Música de las culturas en resistencia-en Tlalpan.
Cuarenta países participan y el programa está de lo mejor...