Wednesday, October 12, 2005

De Vampiros Neo-Postmodernos...


¿Drácula podría vivir en nuestros tiempos?
Pues, según las recomendaciones de algunos diarios en lengua inglesa, el libro del verano del año en curso es La Historiadora, primera novela de Elizabeth Kostova, anunciada como el nuevo super best-seller: El Código de Da Vinci.

¿Es acaso ese anuncio una buena recomendación? Pues... en los ámbitos de la alta literatura, definitivamente no. De cualquier modo, la novela se me antojó amena, además de ser parte de un ejercicio de lectura conjunta.


La Historiadora es una novela que bien puede inscribirse en la siniestra lista de libros sobre vampiros, por supuesto, no está a la altura de la famosa novela de Stoker, al menos técnicamente, mas, como reinterpretación de la seductora leyenda de Drácula, me parece más que valida.
El argumento, ligeramente predecible, consta de varias líneas anecdóticas: un grupo de intrépidos, talentosísimos y brillantes historiadores -de Oxford- buscan la tumba real del Conde Valaco Vlad Tepes para resolver el misterio de su existencia. Así que dichas líneas constituyen un misterio multigeneracional, pues cada uno de los historiadores nos cuenta sus percances, para el colmo ¡todos están emparentados! ¡sí! el primer historiador que se lanza en busca de la tumba del drácula-mataturcos, Dr. Bartholomew Rossi -quien escribe sobre todos los temas imaginables, lugares y épocas variadas- es padre -aunque él no lo sabe hasta dos minutos antes de su muerte- de una brillante antropóloga rumano-húngara (Helen Rossi) de quien se enamora el discípulo consentido de Rossi, Paul, con quien ésta tiene una hija, que, al final del libro unirá los relatos, y será otra magnífica historiadora más, además -¡claro!- de involucrarse sentimentalmente con otro discípulo de otro gran historiador de Oxford -ya saben, esas mafias intelectuales-.


Mucho más que decir de la novela en cuestión...


Lo bueno, es decir, lo que sí me gustó mucho:
-Ésta novela tiene todo para ser una novela gótica, se explota el suspenso, los ambientes obscuros, la penumbra, el misterio... pero en los años treinta, cincuenta, setenta y en nuestros días... ¿acaso hablamos de un Drácula postmoderno?
-La habiliadad de la autora radica en la recreación de escenarios: enormes bibliotecas con impensables manuscritos y volúmenes, canales y casas antiguas en Amsterdam, parajes exóticos en los Cárpatos, monasterios milenarios en los Balcanes, los ríos de Hungría, edificios en Rumanía, incluyendo el castillo original del Conde Drácula en Poenari, rituales y tradiciones de Bulgaria, las calles y las monumentales mezquitas de Istambul... ¡Tremendo!
-La investigación sobre Vlad Drácula, hijo de un conde Valaco que en tiempos de la caída del imperio romano de oriente, es decir, Bizancio, perteneció a la Orden del Dragón, una legión milenaria que tenía como objetivo respaldar las fronteras del imperio contra la invasión turca. Según se dice, el padre del legendario Drácula obligó a su hijo, mientras era adolescente, a pasar una temporada con el sultán Mehmet II -el mismo que tomó Constantinopla- y en este cautiverio aprendió las más siniestras artes de la tortura, por las que se hizo famoso a través de los siglos. Otros chismes sobre el temerario Conde Drácula fueron sus amoríos con distintas doncellas -terminaron trágicamente- su religiosidad, su apoyo en la construcción de monasterios, su amistad con los monjes y su tremenda bibliofilía, ¿se imaginan?

Lo malo:
-Prefiero ver esta novela como Gótica que como Epistolar, aunque parece que la autora pretendió hacerla epistolar, pues todos los personajes se cartean. De ahí lo malo, que en todas las cartas hay cosas tan inusuales para una carta, demasiado relato, demasiada descripción, y exceso de cursilería, de hecho, la autora no tuvo la habilidad para diferenciar voces y estilos -lo cual hubiera sido excelente-. Se ve que una sola pluma escribió todas las cartas, quizás por eso la novela se llama La Historiadora, porque sólo leemos las impresiones de la hija de Paul, y en realidad no las cartas de todos los demás, pero no creo que el texto fue pensado de la manera en que ahora lo quiero justificar.

Lo feo:
Tuve que leer 700 páginas para que mataran a Drácula con una pistolita tras descifrar el secreto de su tumba real. Noooo, Drácula, un personaje legendario merecía una muerte más elaborada, o ¿quizás sólo hizo creer a los intrépidos historiadores que moriría para que dejaran de buscarlo?

Lo curioso:
Pueden jugar al misterio de La Historiadora en www.lahistoriadora.com

La Historiadora, por Elizabeth Kostova, Umbriel, 2005.

2 comments:

Anonymous said...

me equivoque de post, pero te decia que lo que me parece relevante es que hoy en dia se escriban cosas sobre vampiros y que constituyan historias verosimiles, no te sorprende? es que parece que lo tomas con toda naturalidad y no es un tema actual ni vigente. Eso me escandalizo, pero bueno, tendre que leer la novela.

Ary said...

bueno...soy alguien que gusta de novelas de vampiros, parece ser que esta es una buena opción.... y veremos ya veremos, pero de todas formas no me agrada la idea de OXford y de los lazos consanguineos... en fin... la revisaremos.