Thursday, October 06, 2005

Hay que sufrir para merecer...

Uno de esos legendarios y oraculares dichos de mis abuelitos es ese: Hay que sufrir para merecer.
En verdad que siempre he creído que esas cosas fáciles en la vida no saben tan bien como las difíciles, ¿será porque éstas se disfrutan mejor, o con más ganas, por el esfuerzo?
Hoy que conversaba sobre esto, pensé que ese dicho resume muy bien los estragos de la tradición judeo-cristiana en nuestras sociedades, inclusive, en quienes nos creemos medio ateos... pues al menos, yo siento culpa y miedo, cuando las cosas parecen fáciles, y busco otorgarles las dificultades debidas para disfrutarlas mejor...
Pero ¿qué hay de las cosas que llegan a nuestra vida de maneras gratuitas? el afecto de los padres o de los amigos, los golpes de suerte, y todas esas cosillas que nos sorprenden algunos días y que nos dejan la sensación de haber llegado sin hacer nada para merecerlas... debemos entonces tomarlas sin culpa, sin esperar pagarlas... ¿las merecemos aunque no hayamos sufrido como apunta ese dicho popular?
¡Yo creo que sí! ¿ Por qué las cosas habrían de ser difíciles? ¿Por qué el afán de ser mártires? ¿En realidad habremos de sufrir para merecer una vida digna?

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