Tuesday, October 11, 2005

¡De Croacia para el Mundo: Frano Parac!

Hoy asistí a la presentación que hizo la Orquesta Filarmónica de Zagreb en la ciudad dentro de las actividades contempladas en el Festival Internacional Cervantino de este año.
El periplo al Palacio de Bellas Artes de noche, de antemano, ya era irresistible, además un concierto de música clásica lo hacía más atractivo aún, pero, cuando me percaté del programa, definitivamente, no podía faltar: Prokofiev, Bartók y un reciente compositor croata. Definitivamente, el concierto resultaría todo un viaje a Europa del Este...
La apertura fue más que sensacional, 45 músicos tomaron sus lugares entre cuerdas, vientos y percusiones para recibir al director: Alun Francis -siempre me han parecido curiosos dos aspectos de los directores de orquesta: su exceso de apasionamiento y su recurrencia a esos modales para saludar y agradecer tanto a la orquesta como al público-.
De Prokofiev y Bartók... ni qué decir... interpretados con singular maestría, me evocaron esos ambientes tan propios y siniestros de los Balcanes, además mientras escuchaba sus intensas sinfonías, no pude dejar de notar que su música lleva ese sello que denota el paso del tiempo y que los hace sonar a clásicos.
En este post, entonces, quiero hacer hincapié en un tremendo hallazgo: Frano Parac (Croacia, 1948). Este talentosísimo compositor es hijo de otro fundamental músico en la Croacia del siglo XX, Ivo Parac, y actualmente es uno de los líderes de la "Facultad de Composición" de la Academia de Música de Zagreb.
Con un cuarteto de -al parecer, formidables- sinfonías, Parac se ha ganado el reconocimiento de notables instituciones musicales, pues su estilo -como pude percatarme durante la apertura del concierto- consta de varias influencias interesantes: por una parte, el tono clásico, cambiante e intenso de la tradición musical de la Europa oriental y por otra, la conjunción de elementos modernistas al estilo del ruso Dmitry Shostakovich y del inglés Benjamin Britten.
En efecto, el concierto abrió con la Sinfonía de Parac, compuesta durante la guerra de 1991 y concluida en 1992. Al parecer, esta composición es la primera gran obra de Parac y no sólo inaugura su admirada producción, pues también abre un nuevo ciclo en el ámbito sinfónico.
¿Por qué me gustó tanto su sinfonía?
- Porque durante 17 minutos de su música no me pude distraer de la ejecución de la orquesta, la melodía era de tal intensidad y pasión, que yo me sorprendí tomando con fuerza los brazos de mi butaca.
- Porque su sinfonía, compuesta de 4 movimientos -Moderato, Andante amoroso, Allegro energico y moderato- está constituida por una interminable repetición de motivos que se combinan con una contramelodía sincopada, derivada de las notas iniciales, es decir, derivada de la melodía misma, efecto que tiene un encanto hipnotizante y que recrea una intensidad tremenda en el auditorio.
- Porque en el transcurso de los movimientos, acontecen una variante gama de ritmos que causan un efecto anímico en quienes escuchamos: al menos en mi experiencia, un estado contemplativo en los moderata, y angustia y suspenso en los movimientos intermedios. De hecho, la sinfonía concluye con un moviemiento derivado -como inversamente- de la parte inicial, por ende, la conclusión es impactantemente armónica.

¡De Croacia para el mundo, señores y señoras...
Frano Parac, sin duda, un notable hallazgo...!
Otros trabajos de Parac que necesito escuchar muy pronto son:
Sonata para Violín y Piano (1992), Música para Guitarra (1996), Concierto para Saxofón (1996) y la Ópera sobre el tema de Judith.

1 comment:

Anonymous said...

Pues que interesante que podamos leer algo verosimil sobre vampiros en nuestros dias no? Buscare el libro!
Saludos