Según escuchaba esta mañana, un nuevo intento -ha de ser el octavo en muy pocos años- por frenar las balaceras en Sinaloa se lleva a cabo.
Como es bien sabido, Sinaloa es uno de los estados -si no el que más- cuyos habitantes aún usan pistola en muchos municipios, y por ende, es común encontrar armas en casas particulares, especialmente rifles.
Si bien es cierto, esta costumbre a la old west ha propiciado una parte considerable de la ya sonada violencia en esta entidad, la dificultad por conseguir un arma es inimaginable.
Ante esto, al gobierno se le ha ocurrido una "nueva" campaña de "despistolización" misma que ofrece de mil a dos mil quinientos pesos a cambio de entregar cada arma que se posea. Algunos apuntes del trato:
¿Para qué utiliza uno armas en casa?
Según la costumbre, muchos sinaloenses aún practican la caza, así que normalmente poseen rifles adecuados para esta actividad, así, se consume carne fresca de venado y armadillo. Rumbo a la Sierra Madre Occidental -en la frontera con Durango, es decir, toda la parte este del estado-es común encontrar coyotes que amenazan el ganado y tigrillos -o gatos salvajes- cuyas pieles son utilizadas en la decoración -sí, excéntrica- de muchas casas. Yo hasta he visto cómo matan ratas de campo con rifles deportivos cuando éstas devoran aves de granja y granos, entre otras cosas. Así que normalmente los rifles tienen un uso semi-doméstico. Y sí, otro uso, desde luego, es la defensa personal, y la seguridad si no de la familia, de los campos de siembra, donde se siembra -¿qué se siembra?-... eso ya todos los sabemos.
¿Por qué cambiaría una persona su arma por dos mil quinientos pesos -y eso si tiene suerte-?
El arma, desde luego, le da mucho más... considerando el cambio a largo plazo un rifle ayuda a ahuyentar a los animales que puedan afectar una cosecha -actividad fundamental del estado-; un rifle proporciona carne fresca -costumbre tan arraigada- misma que a largo plazo vale mucho más que la cantidad ofrecida; y ni qué decir de la seguridad de la casa o la familia -aún cuando, idealmente, estas medidas no deberían ser necesarias-.
Lo que quiero decir es que la oferta es ridícula, aún cuando se trate de campesinos, el arma -aunque no debiese ser de ese modo- aporta muchos más beneficios que el dinero que se pretende dar a cambio... ¿Para qué cambiarla entonces?
Más aún: ¿A quién se le ocurren estos tratos?
No es gratuito que ésta sea la octava campaña de desarme en el estado en un plazo muy pequeño. Tampoco estoy a favor de que cada familia siga conservando una o dos o más armas en casa, lo peor, es que tampoco se me ocurre nada para desarraigar esta costumbre, que sin la ola de violencia, hasta pereciera pintoresca... ¿o no?
2 comments:
Y ni qué decir del valor de cada arma ¿2500? ni la cuarta parte de lo que cuesta una pistolilla ahi más o menos decente.
Así es, a ver en que para toda esta ridiculez...
Gracias por venir, saludos.
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