Friday, August 26, 2005

Posting: Sinaloa (I)

Hola a todos... he pasado unos días maravillosos de regreso en casa, de entrada, porque se me ha dado una bienvenida -como ya es costumbre- con extraordinarias creaciones culinarias propias de acá... como se imaginan, muchas carnes, muchos mariscos -unos camarones enoormes- mucha cerveza y tantas otras delicias...
No es por presumirles, ni porque yo sea oriunda de estos lares, pero Sinaloa es un estado hermoso, ¿ya les conté que 11 ríos bañan su superficie horizontalmente? Además la tierra siempre tiene una gamma de sepias impresionante... Debido a los ríos, la tierra es muy fértil, por ello, los que cultivan, cosechan y exportan al "tomate" merecen llamar a ese vegetal como se les de en gana -tomate- haciendo caso omiso de la nomenclatura del centro del país -sí, atento contra la palabra jitomate-.
Pues andaré por estos lugares unos días más... y les estaré contando más detalles...
Los grandes momentos hasta hoy:
- Cualquier instante en el comedor.
- Las charlas en familia.
- La tarde de ayer bajo la lluvia -sí, nos mojamos todos a manguerazos mientras llovía-.
- ¡¡Cocinamos tamales!! -Créanlo, yo también amarré hojas-
- El cielo de noche, se ven todas las constelaciones del verano, amplia y brillantemente.
- Atardeceres y amaneceres rojizos.
- Está bien, también el calor está rico, acompañado de una buena cerveza...

Sunday, August 21, 2005

El Exilio y la Causa Vana...

Helena
Teucro: ...a la marina Chipre, donde el oráculo de Apolo
Mi residencia decretó, mandando que impusiera
A la ciudad el nombre de la isla
De Salamina, tierra en que nací
.....................................................
Helena: Jamás estuve en Troya, sólo un
Fantasma estuvo.
.......................................................
Mensajero: ¿Cómo?
¿Batallamos allí por una simple nube?
Eurípides, Helena.
Los ruiseñores no te dejarán dormir en Platres.
Tímido ruiseñor, en el aliento de las hojas,
Tú que regalas música bañada por el rocío de los bosques
A cuerpos desunidos y a las almas
De quienes saben imposible su regreso.
Ciega voz, en la nocturna memoria revolviendo
Pisadas, ademanes –no diré besos-
Y los acres jadeos de la bárbara sierva.
“Los ruiseñores no te dejarán dormir en Platres”.
¿Y Platres, qué? ¿Quién conoce esta isla?
He vivido mi vida oyendo nombres nunca oídos antes:
Nuevos lugares y locuras nuevas de los hombres
y de los dioses;
Mi destino oscilante
Entre la última estocada de un Áyax
Y el hallazgo de otra Salamina
me trajo aquí, a esta playa.
La luna
Se levanta del mar como Afrodita;
Desvanece los astros del arquero, ahora asciende
Al corazón de Scorpio, y todo así transforma.
¿Dónde está la verdad?
Arquero fui también cuando la guerra;
Mi suerte es la de un hombre que erró el blanco.
Ruiseñor melodioso,
En una noche como ésta, sobre las playas de Proteo,
Te escuchaban las jóvenes esclavas espartanas
Y alzaron su lamento,
Y entre ellas estaba - ¡Quién lo pensara, quién!-
Helena.
Ella, buscada tantos años en aquel Escamandro por nosotros.
Estaba en las orillas del desierto; yo la toqué, me habló:
“No es verdad, no es verdad” – dijo gritando.
“Yo no abordé jamás el barco azul.
Nunca pisé la tierra varonil de Troya”.
Ceñido el pecho, el sol en sus cabellos, enhiesta la figura,
Las sombras y sonrisas donde quiera
En sus hombros y muslos y rodillas;
Viva la piel, y con aquellos ojos de pestañas enormes,
Estaba allí sobre los bancos de un Delta.
¿Mas en Troya?
En Troya, nada – un fantasma.
Así lo dispusieron las deidades.
Con una sombra yace Paris, cual si fuera sólida;
Y nosotros matámonos los unos a los otros por Helena
Durante diez inmensos años.

Grave dolor había llovido sobre Hélade.
Tantos cuerpos lanzados a las fauces del mar,
Las luces de la tierra, cegadas, calladas;
Tantas almas trilladas cual espigas en piedras de molino.
Los ríos expiran entre el lodo la sangre
Por una ondulación de lino, por una nubecilla,
Un aletear de mariposa, por la pluma de un cisne,
Una prenda vacía, por una Helena.
¿Y mi hermano?
Ruiseñor, ruiseñor, ruiseñor
¿Qué cosa es dios? ¿Qué cosa no lo es? ¿Y en medio de ambos?
“Los ruiseñores no te dejarán dormir en Platres”.
Medroso pájaro,
En Chipre la besada por el mar,
En donde fue su voluntad que me acordase de la patria,
Yo solo eché mis amarras con esta fábula,
Si fábula es la mía,
Si en verdad ya no acogerán más los hombres
El engaño de los dioses;
Si en verdad
Al correr de los años otro Teucro, otro Príamo, alguna Hécuba
O alguien desconocido, anónimo,
Pero que hubiese visto un Escamandro
Con aquellos aluviones de cadáveres,
No estuviere llamado fatalmente
A oír al emisario que descubre
Cómo tanto dolor y tanta vida
Se despeñaron al abismo
Por una prenda vana, por alguna Helena.
Giorgos Seferis

Wednesday, August 17, 2005

A HARD DAY'S NIGHT!!!

Hoy en la Cineteca Nacional, se inauguró el ciclo "Rock en el Cine" con una película divertidísima. Dirigida por Richard Lester, presenciamos A Hard Day's Night (1964). Yo tuve la suerte de asistir a la función comentada, fue algo así como esa en donde un burro tocó una flauta, pues luego me enteré que habían abierto 3 funciones más, dada la demanda. Claro, cientos de Beatlemaníacos nos reunimos ahí para divertirnos con ese film clásico que parodia un día en la vida de los "Fab Four".
El ambiente en la enorme sala estaba increíble, las carcajadas no se dejaron esperar desde el inicio de la película -esto es, cuando George Harrison cae estrepitosamente y de boca al pavimento, mientras corre, escapando de sus fans-. Parecía que habíamos asistido a un concierto, pues en cuanto escuchamos una nota musical de fondo, todos, sin excepción, empezamos a corear cuanta canción emergía; se escuchaban los correspondientes gritos de euforia cuando aparecía un close-up de cada mirada, gesto o rostro de algún Beatle -yo, por mi parte, también grité en todas las escenas de George, porque como todos ustedes ya saben, es mi Beatle favorito-. Al finalizar la función, los aplausos, ovaciones, y todos esos festejos propios de la Beatlemanía se escucharon por más de 8 minutos -créanlo, yo cronometrée esa euforia-, y luego pasamos a los jardínes de la Cineteca para tomar un vino en honor a la apertura del ciclo. Lo curioso fue que todos los asistentes eran como de nuestra edad, es decir, como de veintitantos, solamente muy pocos parecían contemporáneos de los Beatles, ¿Dónde estaban nuestros padres?
Pues yo me la pasé muy bien, sobre todo porque vi a mi banda favorita haciendo tantas tonterías y diciéndo los ¿ingeniosos? ¿divertidos? ¿absurdos? ¿fantásticos? parlamentos, cortesía de Alun Owen. Y ni qué decir de los gestos de Wilfrid Brambell, quien funge como el supuesto abuelo incómodo de McCartney?

Aquí, mis escenas favoritas:
- La primera, donde... ¡George cae!
- El zoom a los enormes y hermosos ojos de Ringo, mientras discute sobre su autoestima con George en el tren, y en general cada zoom al rostro triste de Ringo.
- Cuando George es confundido con un actor que tiene que fingir ser crítico de moda, su actitud es tan buena y tan natural, incluso cuando se habla de su voz nasal. Quienes lo contratan exclaman: "I did tell them not to send us real ones" y después "oh my God he's a natural". Se le cuestiona si podrá hacer la crítica de moda, a lo que el Beatle responde: "Oh, by all means I'd be quite prepared for that eventuality". Al correrlo, los modistos exclaman: "You don't think he could be a new phenomenon, do you?" "You mean an early clue to the new direction?"
- La escena entera donde George enseña a Shake a afeitarse y exclama: "don't get your tongue out, it's disgusting!", mientras John juega con un submarino en la tina de baño. Norm viene a buscar a Lennon a la tina y cuando el agua se va por la coladera, ¡sorpresa!, Lennon no está, por lo que Norm se asusta y toma el submarino, en eso llega Lennon casi listo y le dice: "Stop messing the submarine, hurry up or your going to loose the car!".
- Cuando Ringo ofrece su gabardina para que una dama no pise el lodo, sin saber que había un agujero en el pavimento, en el que ésta cae, por supuesto.
- En el hotel, cuando todos se quejan de los ronquidos de Ringo, y el abuelo McCartney, al defenderlo, hace burla de su gran nariz mientras exclama: "Now Pauly, y' mustn't mock the afflicted! ...He can't help havin' a hideous great hooter. And his poor neck, tremblin' under the weight!"
- Cuando los Beatles están en la sesión de prensa y se les interroga:
a John, "How do find America?" "Turn left of Greenland".
a George, "How do you name your hairstyle?" "mm... Arthur".
a Paul, "How do you define your relationship with your father?" "well, we are good friends".
a George, "Are you married?" "No, I am George!"
- Cuando los 4 tienen un gran momento de libertad y corren a un campo a jugar, de donde los echan, a lo que George exclama:"Sorry we hurt your field Mr". Ahí mismo, cada uno da un salto, la escena es magnánima, y al final, Ringo, parodiando su menor estaura en comparación con los otros, sólo da un pequeño brinco.
- Por supuesto, ¡¡¡ todas las escenas musicales!!!

Sunday, August 14, 2005

La Sandía

Pues he hecho un gran alboroto con La Sandía, Grupo de Teatro Comunitario, y apenas y les he contado qué es y con qué se come... ya les he adelantado en estos posts sobre el proyecto, sobre mis colegas, etcétera.... así que ahora, les cuento cómo surgió el proyecto, les presumo el cartel (Cortesía de Teté, Gracias!) y les cuento por ahí algunas otras cosillas.
En un increíble último semestre en la Universidad, tuvimos una magnífica clase, un Seminario de Teatro, donde revisamos una propuesta de sobremanera interesante: Augusto Boal y el Teatro del Oprimido.
Este método pretende regresarle lo popular y dialéctico al teatro, es decir, pretende eliminar la idea de un espectador pasivo, haciendo a éste, parte fundamental del proceso teatral, y atrayéndolo hacia el escenario.
Sin caer en una terapia psicológica, el método de Boal consta de ejercicios que trabajan con las opresiones internas de cada individuo, innovando más aún, el teatro épico de Bert Brecht. Pues si el dramaturgo alemán intentaba llevar a cabo la revolución social desde el pueblo, Boal considera que la revolución debe iniciar desde el interior del hombre mismo.
No les cuento las fases del trabajo de Boal porque espero verlos en los talleres que organizamos,y si les cuento detalladamente el método, pues no trabajarán ingenuamente con nosotros.
Ya hicimos el taller piloto, los pasados 6 y 8 de julio. El grupo hizo un gran trabajo y nos dio gusto verlos a todos satisfechos y contentos. Así, nos tomamos unas obligadas vacaciones, pero este septiembre, regresamos con más talleres.
Les estaré informando sobre los horarios y en verdad espero verlos en alguna de nuestras sesiones.
Por supuesto, algo magnífico de este proyecto es el equipo que lo integra: Claudia Chibici (nuestra ex-maestra de Teatro), Diana Solano (la experta en Boal), Teté Arroyo (la de mayor creatividad y energía, además de ser experta en difusión cultural) y yo (la fan de Brecht y además, como todas las demás, gruppi del teatro)... en verdad es super trabajar con ustedes chicas...

Para mayor información sobre el Método Teatral de Augusto Boal, están disponibles en varias ediciones los siguientes libros:
El Teatro del Oprimido I, II; Ejercicios para Actores y No- Actores; El Arcoiris del Deseo.
Para mayor información sobre La Sandía, bueno, todos ustedes nos conocen y ya saben nuestros mails y teléfonos.
Gracias a nuestros amigos que asistieron al taller piloto, nuestras conclusiones y aprendizaje para futuros talleres fueron muy enriquecedoras, y les juramos que sus procesos actorales no los hicieron conejillos de indias de nuestro proyecto, Gracias en verdad a: Aldo, Rubén, Erik, Moisés, Erika y Giovanni.

Odisea (V) Leer o no leer a Homero...

¿Es posible apreciar las tres obras obras contemporáneas prescindiendo del bagaje homérico? Por supuesto, tampoco se trata de estar esperando minuciosamente la aparición de tal o cual motivo para estructurar un prepotente comentario en torno a nuestros conocimientos de los clásicos, considero que a eso se referían los hermanos Coen cuando mencionan que no han de faltar fanáticos de la Odisea -como yo...- que se pregunten en torno a cada uno los componentes de las escenas.
Tanto el filme O Brother Where Art Thou? como la nueva versión de la Odisea, merecen ser vistos como obras individuales que nos proporcionan el deleite espiritual para el que están destinadas las artes. Ahora bien, aunque es posible entender dichas obras sin el bagaje homérico, considero que una lectura del texto original, contribuiría a aclarar muchas de las incógnitas que abrazaría un espectador sin conocimiento alguno.
Mas, para estos fines, se hacen análisis en disciplinas como la literatura comparada y la crítica de la literatura.
Finalmente, debo decir que la recepción de ambas obras en cuestión ha sido ya apabullante, y por otra parte, acogedora. Sin duda, ambas obras, en su género, son de una calidad ejemplar y de un valor artístico extraordinario, los problemas de la recepción se deban quizás a la falta de vinculación con la obra clásica.
Yo, al menos, ya pregunté a diversas personas que no conocen tanto a Homero e igual gustaron mucho del Ulysses, de O Brother y del poema de Kazantzakis...

Odisea (IV) El Telar de Penélope o Cómo Leer el "Ulysses"

Yo, entretanto, tejía mi gran tela en las horas del día,
Y volvía a destejaerla en la noche a la luz de las hachas.
Penélope frente al Huso, Odissea XIX, vv 149-150.


¿Cómo leer el Ulysses? Es una pregunta a la que todo lector ha de enfrentarse al emprender la lectura de la monumental obra de James Joyce. Sin duda, Ulysses ha representado todo un reto para la tradición literaria occidental, pues constituye un volumen de aproximadamente 600 páginas que resulta, de antemano, intimidante. Quizás por eso declaró T. S. Eliot: Ulysses es un libro con el que todos estamos en deuda, y del que ninguno de nosotros puede escapar.
La lectura del Ulysses en el ámbito hispánico inició a la par de su publicación en 1922, los vanguardistas españoles conocieron y admiraron al célebre escritor irlandés mediante sus traducciones al francés, de cuya lengua estuvieron imbuidos. En el caso de América Latina, y específicamente en México, la lectura de Joyce fue igualmente simultánea y prolífica, pues el llamado grupo de los Contemporáneos supo admirar y adaptar algunas propuestas narrativas de Joyce en la escritura de la novela lírica, género que no fue del todo afortunado en tanto su producción.
Actualmente, a casi un centenario de su publicación, los prejuicios en torno al Ulysses han sido incrementados por sus propios exegetas, mismos que han escrito millares de páginas con supuestas claves de lectura, en volúmenes que constituyen guías previas para abordar este texto. A lo largo de ochenta años, los comentarios críticos en torno al Ulysses, han rodeado a este libro de una barrera que imposibilita, de por sí, el acceso a una lectura despreocupada y de cierto modo, placentera.
El método de lectura, independientemente del texto que se trate, es siempre una cuestión personal, una forma de diálogo entre el lector y el autor a través de la obra. Generalmente, cada lector desarrolla un método de lectura particular, mas esto, representa un problema cuando hemos de enfrentarnos al Ulysses. La lectura de este texto, no es una cuestión de apropiación que sólo ataña al lector, pues el mismo texto exige una modificación en el sistema de lectura de éste, es el mismo texto el que propone o quizás, replantea nuestros propios métodos de aproximación a la literatura. Tal vez radique ahí gran parte del encanto del Ulysses.
Mucho se ha dicho ya en torno al Ulysses, por lo que es casi imposible ser original al emitir una opinión en torno a dicho texto. Así que en este post, les voy a exponer tan sólo, mi odisea al leer el Ulysses.

¿Ulysses, la Odisea
contada a la manera del siglo XX?
¿Acaso debemos limitar el Ulysses a un mero rompecabezas intelectual o quizá a la reescritura -a la manera del siglo XX- de un mito clásico? Sin duda, no fue éste el plan que tenía James Joyce mientras escribía la obra que revolucionaría la manera de hacer literatura en Occidente.
El mito y el trasfondo homérico en general de la Odisea es sin duda, fundamental, en tanto que sirve ya de subtexto, ya de pretexto, para urdir la trama del relato. No es gratuito que Joyce haya titulado a su monumental trabajo bajo el nombre latino del héroe homérico, esto, es de antemano, una provocación a cualquier lector que posea un poco de gusto por la tradición literaria occidental.
Algo aún inexplicable sucedió cuando James Joyce decidió eliminar los títulos provisionales que había colocado a cada capítulo al publicarlos por separado en The Little Review. Pues en 1922 cuando la Shakespeare and Co. publica el libro completo, los capítulos aparecen únicamente numerados y sin ningún título que continúe la referencia del episodio correspondiente al poema homérico.
De cualquier modo, si el lector del Ulysses intenta seguir la sugerencia de T.S Eliot y localizar cada referencia a la Odisea, la lectura será -lo dice quien lo ha intentado- válida y prolífica, mas nunca placentera. Los paralelos entre ambos textos resultan irrefutables.
Tanto la Odisea como el Ulysses en términos de estructura, constan de tres partes: La Telemaquíada (capítulos 1-3), la Odisea (capítulos 4-15), y el Nostos (capítulos 16-18), Por lo que resulta viable pensar que el Ulysses es la forma más sorprendente de representar la Odisea del hombre contemporáneo situada en un tiempo y lugar específicos: Dublín, 16 de Junio de 1904.
Desde luego, si nos hemos propuesto encontrar todos los paralelos entro ambos textos, ya nos percatamos a estas alturas de que ellos no concluyen ahí. En caso de haber elegido leer la obra de Joyce bajo la luz del mito, las semejanzas con el poema homérico nos parecerán ¡irresistibles!

1. Si atendemos a la etimología de Odiseo (del griego Outis= nadie) retrata perfectamente la esencia de Leopold Bloom, protagonista del Ulysses, cuya falta de pertenencia a los judíos y a Irlanda queda establecida desde el cuarto capítulo, primero en el que aparece.
2. Un cíclope representado por un ciudadano irlandés de una visión 'critério' unívoca.
3. La visita al Hades disfrazada de un sepelio.
4. Eolo transformado en prosa de viento.
Y otros miles de tantos...

Tanto el Ulysses como la Odisea parecieran nunca converger quedándose simplemente en dos líneas paralelas, a manera de palimpesto literario, mas la monumental obra de Joyce, por fortuna, no para ahí. Pues, se de buscar referencias se tratase, tendríamos que referirnos a una infinidad de textos que aunque -en ocasiones no tan evidentes como la Odisea- aparecen para complicar el entramado que es en sí el Ulysses. Por citar algunos otros, deben mencionarse, Hamlet, La Divina Comedia, Canciones Populares Irlandesas, etcétera.
No obstante que nuestra lectura esté basada en la búsqueda de referencias -escalofriante de sólo pensarlo-, llegamos a un punto, en que dicha búsqueda concluye, no con las referencias sino con nuestros ánimos, únicamente para demostrarnos que el Ulysses es mucho más que un entramado de referencias intertextuales, culturales, etcétera, y que pese a la supuesta reescritura del mito, el texto expresa algo más que un lector que no se ha preocupado por entender cada referencia de manera obsesiva, puede comprender y disfrutar aún careciendo del bagaje de aquél otro lector que se percató de las irónicas intertextualidades que, con acentuado humor, el señor Joyce nos ha colocado en el camino. No necesitamos conocer la estructura de la Odisea para entender que que Stephen Dedalus es un joven talentoso con problemas familiares y metafísicos; que a pesar por los intentos por representar a un hombre común, Leopold Bloom no es un hombre común que enfrente la muerte de un hijo y la infidelidad, sobradamente sabida, de su esposa Molly. Tampoco dejaré la lectura del Ulysses a este nivel anecdótico.
Regresando a la cuestión de los paralelos, y si hemos de buscar muchos más -porque es innegable que la lectura está plagada de ellos-, se le ha acusado al señor Joyce de "sacrílego de mitos" quizás porque nos retrata a un héroe mediocre, que en vez de buscar conocimiento en el viaje y un retorno al hogar y a la patria, un cuidadano promedio ocupa su mente en asuntos de tal trivialidad, como defecar o desayunar hígado. En efecto la desacralización del mito, en una época caótica como lo fueron las primeras décadas del siglo XX, fue algo que permeó distintas manifestaciones literarias y artísticas en general, mas lo fundamental con respecto a todo esto, es reconocer que Ulysses, aunque bien puede constituir un palimpsesto de muchos otros textos, no radica su unicidad en ello, desde que podemos preguntarnos: ¿Qué manifestación artística no constituye un palimpsesto en la era contemporánea?
En mi experiencia con el Ulysses, no debemos forzar la tendencia a descubrir las referencias textuales, el texto lo permite, mas, de hacerlo así, el texto no representará mayor atractivo, que la satisfacción de saber que descubrimos un par de humoradas sembradas en la obra de Joyce. Nuestra lectura no tendrá mayor fruto, y al fin y al cabo, sufriremos la sensación de haber hecho una lectura insuficiente.
La osadía del autor no acaba en desacralizar el mito, reescribir un clásico, o parodiar a un héroe anti-heróico apenas inteligible al hombre del siglo XX, por el contrario, uno de los mayores atractivos de la prosa de Joyce es precisamente la manera anti-heróica de concebir al hombre moderno, en una etapa crucial en donde los héroes, en su concepción primera y antigua, sólo nos parecerían bufonescos.


¿De qué está hecho el Ulysses?
Si se pretende una lectura académica del Ulysses, es necesario consultar una serie de guías y material imprescindible, tablas estructurales, de símbolos, de técnicas, de alusiones, etcétera. Pero el lector del Ulysses debe estar siempre precavido ante la posibilidad de perderse en un nuevo entramado de de crítica literaria, pues para perdernos y manifestarnos la esencia de la buena literatura, James Joyce, se basta a sí mismo.
Si no consultamos las guías, ¿Qué se requiere saber para leer el Ulysses?
La respuesta no es para nada simple, pues no es gratuito que se haya relegado esta obra a los ámbitos universitarios, y en general, académicos.
Al abandonar el proyecto de buscar cada referencia mítica, intra e intertextual, debe el lector plantearse lo siguiente: dejar de creer que cada frase, cada palabra y cada espacio o signo de puntuación significa algo dentro del texto!! Yo personalemnte creo que todo significa algo, pero debo creer lo contrario para continuar la lectura. Ciertamente, llevamos una ventaja sobre otros lectores que inician el Ulysses si tenemos un bagaje más o menos requerido: el Retrato del Artista Adolescente, Dublineses, Hamlet, Odisea, y algunas nociones básicas de la tradición literaria occidental serían en primera instancia, de gran ayuida en la exégesis personal del texto. Después vienen los diversos niveles de lectura, pero todo irá bien si sabemos darles un lugar apropiado en nuestra lectura y administrar la información externa que dará significado al texto. Finalmente, en cuanto a requerimentos para empezar el texto, quizás sólo haga falta, tras los conocimientos previos, una voluntad firme, paciencia y sentido del humor -aunque yo agregaría también una autoestima que conforte las posibles frustraciones-.
Algunos otros problemas emergen, el Ulysses, ¿es novela, prosa lirica o qué diablos? y la gran paradoja, ¿qué tan en serio hemos de tomarnos la broma de Joyce?
La galería de técnicas desarrolladas por Joyce nos permiten disfrutar del montaje, a manera de espectadores y voyeuristas, de las peripecias del sr. Bloom en un día normal, mismas que esperan a que nosotros, lectores, las dotemos de significado.
¿De qué está hecho el Ulysses? es difícil saberlo, pues a parte de lenguaje, trabajo arduo y estilístico, recuerdos, refrencias, ecos, etcétera, el texto está impregnado por un afán lúdico que se confabula con el lector, aunque, la broma decae si nosotros, los lectores, abandomanos el juego.
Finalmente, quise comentarles que, en mi lectura del Ulysses, se me ocurrió que la técnica apropiada era algo así como el telar de Penélope, y ¿qué mejor que seguir utilizando el hipo-texto del Ulysses para explicarlo? En el canto XIX de la Odisea, aparece Penélope ofreciendo un plazo de matrimonio ante el acoso de sus pretendientes equivalente al término de la mortaja que prepara en su huso para Laertes. El ardid, que al final fue descubierto por los osados pretendientes, es que Penélope teje durante el día, por las noches, deshace sus avances para postergar el plazo matrimonial.
Fue suficiente la lectura de pocos capítulos del Ulysses, para equiparar el ardid de Penélope a su estructura, pareciera entonces que la broma de Joyce, como le tejido de la fiel esposa de Odiseo, se hace y se deshace para volver a rehacerse durante la siguiente jornada. Así, cualquier opinión que formemos para nuestros adentros en torno al texto, se verá contradicha o negada en las siguientes páginas para posteriormente volverse a elaborar.
Por eso, en nuestra lectura, a menudo nos vemos en la necesidad de regresar algunas páginas para retomar, ecos, frases, escenas que en el momento de su lectura nos parecieron nimias sin serlo, sólo porque en alguna parte del libro, decidimos que dejaríamos de darle importancia a la significación individual de cada palabra.
Entonces, no nos queda más que seguir la estructura que Joyce nos propuso desde el inicio, como hilo en el telar de Penélope, haciéndose y deshaciéndose en cada línea. La lectura del Ulysses que aquí se propone es liberar al texto de academicismos que turben nuestro auténtico deleite del mismo, y seguir con nuestra marcha en el descubrimiento de nuevas técnicas, de nuevas posibilidades expresivas, juegos, etcétera, hasta que un día, cansados de tejer nuestro propio huso, podamos jactarnos de haber leído el Ulysses como una de las manifestaciones artísticas más impresonantes de la época moderna a la luz de las dificultades que invariablemente muchos, se han obstinado en crear en torno al Ulysses.

Odisea (III) La Segunda Version de Kazantzakis

La primera vez que escuché hablar de Kazantzakis, pensé que era un osado más tratando de imitar a los clásicos, desde que él mismo propuso su poema homónimo como continuación del de Homero. Ideológicamente, ambos poemas parecieran tomar vertientes distintas y más aún, jamás encontrar un punto de comparación, pues son diametralmente opuestos. Por esta razón, quise comentarles esta obra -a parte de ser mi libro favorito-.
Kazantzakis escribe su Odisea en 1923, mas, corrige continuamente sus versiones hasta la edición final de 1938, que es la que citaremos en este post. El bagaje homérico es evidente formalmente porque Kazanzakis nunca negó que su poema iniciaba a partir del canto XXII de la Odisea de Homero. La continuidad entonces radica en el uso de la lengua arcaica, aunque no idéntica a la del milenario aedo ciego; el uso del hexámetro dactílico es el mismo, incluso se tratan ambos poemas de versos de 17 sílabas; las habilidades estilísticas de Kazantzakis igualan a las de Homero en una simplificación de la flexible lengua griega; más aún, el escritor cretense divide su obra de 33,333 versos en 24 rapsodias y la estructura de igual forma que su predecesor, in medias res. Las similitudes estilísticas son evidentes aún más en los originales, con el exacerbado uso de epítetos, Kazanzakis innova la composición de nuevas palabras sujetas a las medida de sus hexámetros.
En el poema moderno, tras el regreso de Odiseo a Ítaca, éste, insatisfecho de la vida hogareña decide invertir el viaje, emprendiéndolo a partir de su isla con un fuerte anhelo de encontrar el sentido de su existencia, a donde desea morar. Su primera parada es en Esparta, en donde rapta a Helena -alusión al motivo que detonó su primera partida y la guerra de Troya-, más tarde, radican juntos en Creta, hasta que una conspiración destrona al rey, asediando la ciudad, ahí abandona a Helena y parte para Egipto, a donde es acogido tras un naufragio y cuenta sus aventuras pasadas -justo como en el país de los Feacios en Homero-, en Egipto lleva una vida ostentosa, seducido por Cleopatra durante varios años -nueva Calipso- hasta que una huelga de obreros destruye su paz y decide partir solo a fundar una nueva ciudad que llamará Utopía. Tras un demencial terremoto, su ciudad es destruida y se encuentra por fin, con la anhelada libertad, emprende nuevamente un viaje por mar, cruzando todo el Mediterráneo, encontrará a Buda en una de sus reencarnaciones (Manayís), a un pescador llamado Jesús (Cristo) y al "Kapetan Enas" figura elucidada del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Finalmente, sólo sin esperanza navega hasta el polo sur, en dirección opuesta a su Ítaca y muere entre la niebla y el hielo del lugar al que anhelaba llegar: su última morada, la nada.
La inversión del viaje, acontece de manera similar, no geográficamente, ni a niveles de motivos tan evidentes como en el filme en cuestión, sino en un nivel metafórico. Así, los monstruos y tormentos con los que Odiseo se encontró según Homero, Kazantzakis los torna interiores, en pasiones, sufrimientos y temores del mismo personaje. Mas el personaje es el mismo, Odiseo, el viajero de múltiples pesares que anhela llegar a su destino, en la segunda parte: al sentido de su propia existencia.
Una escena muy conocida de la Odisea homérica es la entrada de Odiseo al Hades. Kazantzakis no hace descender a su héroe, más aún, retoma frases puntuales de Homero como ejercicio poético al que otorga una nueva acepción, en los siguientes versos. Primero cito el consejo que Tyresias da al viajero para atraer a los muertos y luego en la cita de Kazanzakis, el uso de los mismos versos para evocar las memorias:
De los muertos, aquel que dejes beber de la negra sangre, te otorgará sus verdades, y a quien no ofrezcas el preciado manjar, mostrará su traslúcida espalda y seguirá su camino.
Mas, se abre ya la azul compuerta de la oceánica memoria; ¿a quién recordar primero y a quién relegar a las tinieblas? En la oquedad de su pecho atropéllanse las sombras de sus amados compañeros: ¡Dame a mí tu sangre para beberla y revivir! Mas, sin piedad su duro espíritu elige a los espectros; y mirando las llamas con fijeza, empezó lentamente a extraer del profundo recuerdo rumoroso el hilo de mil vueltas que era su viaje.
Odiseo, en la épica moderna, no encuentra más monstruos que sus propios pensamientos, en cambio, la obra nos ofrece una galería de personajes célebres, en niveles religiosos y literarios. No es mi intención discutir la filosofía ni la religiosidad implícita en la obra de Kazanzakis, pues ello constituye uno de los factores que hasta ahora la han hecho de difícil acceso a los lectores. Por esta razón, citaré el encuentro de Odiseo y Don Quijote, omitiendo el de Buda y Cristo:
Y el capitán uno lanza un grito y golpea a Odisseo con el pie: "mira cómo se llevan de nuevo a los esclavos, levántate, hermano mío" clama la libertad ¡arriba el espíritu y me come la mano! Mas el arquero de frente ancha lo coge con fuerza y lo sienta en el suelo: ¿de dónde sacas tal furia atormentada, tal fuerza? Eres ya un viejo desarmado, y no pierdes el coraje. Y el anciano enfurecióse y chispearon sus ojos extraviados: "yo no estoy desarmado; la justicia es mi broquel, imperfecto salió el mundo de las manos del señor, y yo debo partir para perfeccionarlo. Mientras la injusticia, el temor, la esclavitud y otros males tiranicen el mundo, he jurado no dejar nunca libre la espada, hermano mío. Síganme ahora los que son fieles, mi corazón, los muchachos, ya no teman.
Finalmente, Odiseo, tras un largo viaje de 10 años donde adquirió sabiduría, aventuras y aprendió de sus peripecias llega a su anhelado destino:
Erguido junto al mástil, escucha el gran retornador las voces del retorno. Su corazón se aligeraba, su pupila, se purificaba, nuestro espíritu es un ave, y su trino la vida y la muerte. Lanza los ojos en torno y aprieta las manos y los dientes, sus dedos se hundían en los crespos racimos de vid, alrededor de sus caderas las doce deidades refrescábanse. Todo el cuerpo del rodador del mundo se volvió niebla, y lentamente, la barca de hielo, amigos, frutos y memoria, como bruma en el pélago vibraron y como rocío disolviéronse. La entraña se fundió, se petrificó su mirada, el latir del pecho se detuvo y el vasto espíritu estremeciose en la cima de su liberación. Las alas agitó, trémulo, y enhiesto, saltó al éter, y se liberó de su última prisión, su libertad. Todo lo demás se dispersó como una neblina y sólo un grito, se escuchó en ecos por unos instantes en las aguas celestes del final de la noche: ¡Vamos, ha soplado favorable la brisa de Caronte!
Hasta aquí también la nueva secuela de la Odisea.


Disponibles para ustedes en dos versiones, griego e inglés:
Kazantzakis, Nikos, Odiseia, Ed. Eleni Kazantzaki, Atenas 1938.
Kazantzakis, Nikos, The Odissey, a modern sequel, tr. Kimon Friar, Simon and Schuster, NY, 1967.

Odisea (II) "O Brother, Where Art Thou?"

Este filme (USA 2002) constituyó la séptima y esperada producción de los hermanos Joel y Ethan Coen, y, aunque ellos niegan la referencia directa al texto clásico, los créditos del guión son también atribuidos a Homero. La ironía característica de estos directores, los ha llevado a afirmar categóricamente su desconocimiento del poema en cuestión, mas, las complicadas referencias que aparecen en pantalla, la estructura y muchos motivos del filme, nos hacen pensar, por el contrario, en una lectura detallada y cuidadosa de la Odisea.
Filmada a orillas del Mississippi en 1999, la cinta O Brother, Where Art Thou? es estelarizada por George Clooney (en el mejor papel que jamás superará: Ulysses Everett Mcgill), Jhon Turturro (Pete Howgallop) y Tim Blake Nelson (Delmar O' Donell). El paraje en su totalidad verde, visto a través de un film sepia da un colorido ocre que contribuye a la perfección en tanto ambientación de la época de depresión en una parte específica del sur de los Estados Unidos. La música, compuesta por T-Bonne Burnett, también constituye una gran parte de la ambientación temporal y como el mismo Burnett afirma, -en dado caso de que no se hayan hecho ya las suficientes equiparaciones entre Homero y el filme-, ambas producciones tienen como resguardo a la tradición oral, ya el poema clásico, ya la "early country music". Así, la música de la película no sólo consta de country, sino además de blues, gospel y blue grass con temas que aluden al penoso itinerario del héroe como: I am a man of constant sorrow, You’ve got to walk that lonely valley, Oh Death, Didn’t leave anyone but the baby, etcétera. (Para ustedes, el soundtrack a su disposición.)
La cinta, premiada por festivales internacionales y galardonada con preseas como la "Palma de Oro" en Cannes (2000), presenta la historia de tres exconvictos que se dan a la fuga cuando el líder -Clooney- les ofrece una parte del tesoro que había enterrado en un valle al que una compañía hidroeléctrica inundaría en 5 días. Ulysses Everett se encuentra encadenado a dos compañeros por lo que tiene que crear esta mentira ante la imposibilidad de escapar solo, cuando se entera que su esposa contraerá matrimonio con un acaudalado pretendiente en pocos días.
En el transcurso del camino de regreso al hogar, los exconvictos perseguidos por el Sherif Cooley -alegoría del furioso Poseidón-, se encontrarán con dificultades propias de una odisea humana: un vidente ciego, la traición, las sirenas, un cíclope, un músico que ha vendido su alma al diablo, un delincuente que busca su propia identidad, el éxito musical, una sesión de Ku Klux Klan, y hacia el final, verse utilizados en una campaña electoral en donde recuperarán su libertad civil, aunque Ulysses recuperará también al hogar, la esposa y sus siete hijas.
Resultaría erróneo decir que la intromisión de personajes reales como George "baby face" Nelson (peligroso criminal de los años 30), Tommy Johnson (músico de la época acusado de haber vendido su alma al diablo), Pappy O’Daniel (famoso gobernador texano), o inclusive un ritual del KKK que parece ominoso y a la vez ridículo, funciona como efectos de ambientación temporal, más aún, aunque con base en el texto clásico, la cinta resulta de una acertada valoración de la cultura norteamericana en muchos aspectos de los que no incumben a este escrito, así como de una excelente producción musical y visual en torno a la película. La imitación misma del acento sureño que recrean los actores, lleno de arcaísmos y regionalismos, nos impide entrever que en parte de los diálogos retoman, no puntualmente, sino en paráfrasis, fragmentos de la traducción de la Odisea. Otra referencia vista en el título, no sólo atañe a particularidades de la tradición cristiana, sino al filme que Sullivan, personaje guionista en la producción de Preston Sturges: The Sullivan’s Travels (1941), pretende realizar, mas, pasemos a lo que sí nos atañe.
Pese a la ironía de ambos productores y escritores de la cinta, las referencias son más significativas de los que nos hacen creer. La edición misma del filme está dividida en veinticuatro secciones -alusión al mismo número de rapsodias del antiguo poema-. Así, desde el pasaje inicial con que abre la película, nos percatamos de la presencia de Homero:
O Muse!
Sing in me and through me tell the story of that man
skilled in all the ways of contending,
a wanderer, harried for years on end...

Esta adaptación de la traducción del poema clásico al inglés de Butler, corregida por Thomas Edward Lawrence en 1932, fue revisada en 1980 por Benedict Fitzgerald, de donde los Coen toman el fragmento inicial de la cinta en cuestión. En este pasaje, vemos una clara distorsión del texto que conocemos originalmente, enfatizando ese "canta en mí y a través de mí..." inicial.
Ahora bien, que la película relate un viaje lleno de peripecias para los viajeros no es un argumento suficiente para equiparar el filme con el texto clásico, pues bien podría representar cualquier otro viaje famoso en nuestra cultura, mas, es precisamente la esencia de las peripecias acontecidas en el filme lo que simbólicamente, que no funcional, nos remite a Homero, y no a otro referente. Veamos algunos detalles.

1. La personalidad del viajero mítico
Uno de los rasgos que permiten rastrear el tema clásico de la Odisea, es la personalidad del viajero, si bien, el nombre no nos es suficiente, habrá que recordar que el motivo de regreso al hogar, tanto en el filme como en el poema, es ampliamente determinado por la presencia de la "añorada" esposa. En el caso del filme, ésta recibe el nombre de Penny, forma corta que alude a Penélope. Durante el viaje, vemos a un Ulysses astuto y parlanchín que funge como líder, que es ingenioso y hábil en el uso del lenguaje, animoso siempre de sus compañeros. Recordemos un pasaje del texto clásico original que determinan esta personalidad:
Reanimaba yo a mis valiosos hombres, con el poder de mi lengua y de mi ánimo. No son los males nuevos a nosotros, que sobrevivimos al fiero hijo del divino Poseidon, escapamos de la sagaz Circe gracias a mi astucia y a mi ingenio. Han de hacer lo que les digo: atentos tripulantes a mis órdenes.

En el filme vemos cómo Ulysses -acepción latina de Odiseo- se alaba a él mismo frente al Cíclope, en tanto la virtud de la labia, en el texto clásico, esta parte corresponde a la alabanza constante del ingenio verbal de su protegido, por Atenea:
Ulysses Everett McGill: I detect, like me, you're endowed with the gift of gab.
Aún más, vemos la actitud de Ulysses frente al pretendiente de su esposa, trata de golpearlo en las escenas 14 y 15, y reclama a Penny como suya. No obstante, la referencia que quizá termina de convencernos de la analogía de este personaje magníficamente actuado -para sorpresa de muchos que no lo esperábamos- por Clooney, es cuando éste interpreta I am a man of Constant Sorrow para una radiodifusora, título que nos remitirá a los eternos lamentos del héroe mítico.
2. El vidente ciego
Uno de los elementos claves en la película, como punto de comparación con el texto clásico, es la presencia, ayuda y profecía del vidente ciego, que los Coen caracterizan como un anciano de color -o afroamericano, para que no se me tache de racista- que recorre las vías en un vehículo minúsculo echado a andar por un procedimiento mecánico, éste, quizás no haga falta decirlo, alegoría de Tyresias.
3. El cíclope
El cíclope constituye uno de los elementos más característicos del texto clásico, aún más, el episodio de Odiseo y sus compañeros en la morada de Polífemo, es uno de los más conocidos y explotados. Los Coen, realizan una lectura fantástica cargada de los elementos clásicos, mas, con nuevas acepciones contextuales a su filme.
Desde la primera aparición del cíclope en la película, vemos su ferocidad y su desarrollado sentido del olfato, interpretado hábilmente por John Goodman. En el filme, el cíclope está representado por un hombre de proporciones físicas enormes, que nos remiten a la ferocidad del Polífemo homérico, mas éste es un vendedor de biblias, perverso y ventajoso, que además es tuerto. Big Dan Teague, como es llamado el cíclope, propone negocios a Ulysses y Delmar. El cíclope los lleva al campo y con engaños planea despojarlos del dinero que ha visto, poseen los viajeros, desde el restaurante a donde los encuentra casualmente.
Tras un banquete en el campo, -ambiente bucólico marcado por Homero-, el cíclope y Ulysses negocian mediante un diálogo que hace evidente artificios del lenguaje y diplomacía. Mas, el personaje que interpreta al cíclope, sin rodeos, toma una estaca una vez que come de los majares de los viajeros, y los golpea para despojarlos del dinero. El episodio es claro, Polífemo destroza a dos compañeros de Odiseo en cada banquete -canto IX- y luego los traga.
Así en O Brother, los viajeros quedarán doloridos, hasta la venganza, algunas escenas después, cuando en un ritual del Ku Klux Klan, se encuentran de nuevo con el cíclope, usarán el asta de una bandera para arrojarla sobre el único ojo de éste, mas él la toma unos centímetros antes de ser herido, ante el asombro de toda la secta, los viajeros entonces, soltarán la cruz en llamas que caerá justo encima del atribulado cíclope.
Las referencias con el texto clásico son claras, la astilla clavada en el ojo que en la película detiene el mismo personaje -cíclope-, y el fuego que luego lo abrasará aparece en la Odisea cuando el héroe, en afán de liberar a sus compañeros de las atrocidades del salvaje Polífemo, urde un plan: pule una astilla que luego, pasada por el fuego, cegará el único ojo del cíclope, vengando así la muerte de sus compañeros.

4. El elemento femenino: Penélope, Circe y las Sirenas
Las mujeres de la Odisea son absolutamente virtuosas como Penélope y Nausicáa, o hechiceras como Circe y Calipso. En el filme de los Coen, esta idea sigue de trasfondo, mas, hábilmente difuminada. Penny (Holy Hunter) es una esposa fiel, pese a la presencia de un prospecto prometedor que cuida de sus siete hijas -las proporciones numéricas que imponen los hermanos Coen son desorbitadas en comparación con el texto clásico-, el personaje es abnegado, desilusionado quizás, y un tanto gracioso a la manera que seguimos el resto de los personajes en la película.
Circe está presente sólo por una alegoría sutil que resuelven los hermanos Coen. Pete ha sido seducido y raptado por las Sirenas, mas, entre su ropaje, Delmar encuentra un sapo al que considera han transformado las Sirenas mediante tanto "amor" a su compañero. La referencia es clara, Circe metamorfoseó a los mortales que llegaban a su isla en animales -canto X-, hace lo mismo con los compañeros de Odiseo, hasta que éstos reciben la ayuda de los dioses.
Ahora bien, una presencia elemental en la película es el conjunto de Sirenas de melodiosos y seductores cantos -escena 10, "Song of the Sirens"-. El elemento de la seducción está dado por la presencia de tres mujeres sensuales semidesnudas que lavan la ropa en el río y que los viajeros divisan desde su auto. Así, en O Brother, Ulysses y Delmar vencen la seductora tentación de las sirenas por beber un líquido embriagante que los sumerge en un profundo sueño.

5. El rebaño de las vacas del Sol
La presencia de las vacas a lo largo de la película no sólo es divertida, sino, discretamente simbólica. Cuando los viajeros son reclutados por George Nelson, un peligroso delincuente, éste dispara a un dorado rebaño de vacas que pastan en un prado. Escenas más tarde, cuando el criminal es capturado, lleva en su condena el asesinato de las vacas que vimos en la escena 7 "Oh George, Not the Livestock!". En el poema homérico, Odiseo es advertido por Tyresias de no tocar el rebaño sagrado del Sol, más aún, las vacas aparecen en la profecía de Tyresias como un augurio del regreso. Ahora bien, el vidente ciego profetiza la llegada al tesoro-hogar, cuando aparezca una vaca en un tejado.
6. El Fiero Poseidón y el bravo mar
La presencia maléfica y adversa del Poseidón homérico, está representado en la película por el Sheriff Cooley (Daniel Von Bergen). La caracterización es muy simple, los exconvictos son perseguidos por este cruel oficial que siempre es representado por el reflejo del fuego en sus lentes obscuros.
La alegoría más representativa, considero, es un nivel de lección del dios a los hombres, y posteriormente, la redención del héroe mítico por el mismo mar que le trajo tales padecimientos.
En el texto clásico atribuimos la primera cita a Poseidón, que luego, contextualizará el Sherif Cooley:
Y el politropo Odiseo, a punto de sucumbir así llamaba al fiero dios que azota a la tierra:
Poseidón, que quieres de mí, ya has vengado en mis pesares el sufrimiento de tu hijo, ya he vagado por los mares, desterrado de Ítaca, mátame, ya no me quedan fuerzas, y así contestábale el fiero dios mientras abrazaba al bravo varón con sus tormentosas olas. No es mi deseo tu muerte, sufrirás, hasta que entiendas que los hombres sin los dioses no son nada.

[About to be hung]
Ulysses Everett McGill: It ain't the law!
Sheriff Cooley: The law? The law is just a human institution.
Finalmente, un bravo torrente de agua, producto de la planta hidroeléctrica, inundará el valle justo antes de que el Sherif Cooley ahorque a los viajeros, salvándose después estos, para llegar al lugar esperado, tras ver una vaca sobre el tejado en semejante inundación. En el texto clásico, tras la lección de Poseidón, una tormenta arrastra a Odiseo hasta el país de los feacios, donde encuentra a Nausícaa, quien con ayuda de su padre, ayudarán al héroe a regresar salvo a su patria.

De todos modos, la idea principal del filme es que no necesitan conocer detalle por detalle del texto base -Odisea- para disfrutar esa maravillosa cinta de los Coen, disponible en todos los videocentros y para ustedes, en mi videoteca.

Ethan y Joel Coen, O Brother, Where art thou?. Touchtone Pictures- Universal Studios, USA 2000.

Odisea (I) Tres Versiones Modernas...

Pues este mes, posteo algunos comentarios sobre las versiones modernas de la Odisea, que en lo personal, considero las mejores relecturas jamás hechas de la magnífica épica homérica.
No les cuento de las peripecias del Odisseo original porque ese ya se lo saben muy bien, además que ha sido muy comentado en los pasados 2700 años, tampoco les cuento del poema de Kabafis en que este magnífico poeta expresa su idea de odisea, en efecto, "Ithaca", poema del que todos ustedes tanto gustan y que fue motivo de una célebre boda hace poco, ya fue posteado por un muy buen amigo en su propio blog, así que aquí, mejor les estaré comentando otras manifestaciones artísticas que también aluden al Nostos, a Odiseo, al viaje, a la vida y a esos inigualables versos de Homero.
La Odisea, no sólo constituye un texto fundamental para la configuración cultural de Occidente, más aún, en el ámbito artístico, y específicamente literario, dicha epopeya ha confeccionado una serie innumerable de arquetipos que, más allá del mito, han conformado importantes motivos literarios dentro de nuestra tradición.
Es quizá, el carácter anecdótico de este poema milenario lo que ha hecho posible la recreación y las múltiples interpretaciones del itinerario de vuelta al hogar -Nostos- y las peripecias que en él acaecen a tan singular viajero: Odiseo, el hombre de constantes pesares.
Iniciaré entonces esta serie de posts en orden cronológico -aunque inverso-, así, verán que la película de los hermanos Coen, O Brother, Where Art Thou?, es la mejor versión de la Odisea llevada a la pantalla, la relectura es exquisita; después les comentaré la Odisea II, poema a modo de continuación del original, desde la magnífica perspectiva de Nikos Kazantzakis, y por último, un largo comentario a mi versión favorita: el Ulysses, controversial -¿novela?- de James Joyce.

....La Graduación (IV)

No podía faltar el festejo post-graduación, cortesía del Dr. Jaime Solano, padre de Diana, en ese exquisito restaurante yucateco... Gracias Aldo por la foto! Pau, Kleine Dianita, Borrega y Tete.

.... La Graduación (III)


Ahora sí, con justicia para la Borrega (en medio), y de nuevo, gracias a mis amigas y colegas de La Sandía, Teté (a su izquierda) y Diana (a su derecha).

.... La Graduación (II)


Ahora sí, con justicia para la Borrega... les posteo dos fotos más, festejando con Teté ( Esther Arroyo, compañera del servicio social, amiga, y colega en La Sandía) y con Panagiotis, mi muy estimado maestro y mentor en Literatura Neohelénica... Gracias a todos los que estuvieron ahí, aunque no los encontré en las fotos, fue muy significativa su presencia, Lorena García, Dr. Tim Havard, Dra. Lourdes Aguilar, Mtra. Ana Tsutsumi, Dr. Daniel Santillana, los "coleguitas" de colegio, en especial los chicos de octavo semestre... y muchos otros compañeros graduados y amigos que anduvieron por ahí. De nuevo, Gracias, mil!
P.S. Gracias por las serpentinas, Teté, te estimo y admiro muchísimo!

Friday, August 12, 2005

¡Hoy, nos graduamos! Gracias Compañeros!


¡Hoy, nos graduamos! Gracias Compañeros!

La ceremonia estuvo demasiado larga, y en cuanto recibimos nuestros diplomas corrimos en busca del vino para adelantar nuestro brindis... En cuanto a los detalles de la ceremonia, música linda, "literarios", cursilones, y prolongados speeches, un sol que nos acaloró de las 10 de la mañana hasta la 1 de la tarde (y a mí me quedó marcado el birrete sobre la frente)... mas, todo elegante, togas y birretes, colores distintivos por colegio, en general momentos de gran felicidad para todos...
Les cuento que la ceremonia se llevó a cabo en el Gran Claustro de nuestra Universidad y me hubiese aburrido mucho si no fuese porque estuve junto a mis queridísimos compañeros, con los cuales estuve bromeando, cantando, comiendo y chismeando durante la ceremonia entera.
Para mí, fue muy significativo el día, de hecho, este post lo he puesto para felicitarlos y agradecerles su compañerismo y amistad... y saben bien que no les digo más por no perder el bluff y verme como una cursi, que eso le corresponde a la Borrega.

A mi queridísimo "equipo" (Rubén Campos, al centro)... bueno... ya sabes que siempre fuiste mi compañero favorito.... te estimo muchisisisísimo y te admiro muchísimo también... Debo citar aquí que leíste el Ulysses de Joyce antes de los 20 años y quienes leen saben que es muy admirable... sin embargo yo prefiero los momentos en que -no se por qué razón- pintas chiles a diestra y siniestra... y tal vez no te acuerdes, pero en primer semestre, me consolaste cuando me habian seguido unos tipos y estuve muy asustada y casi entro en shock cuando, de repente te vi en la escuela... finalmente, fue un placer haber hecho el exitoso "Equipo"... (créditos de creación para nuestro querido professor, el Dr. Tim Havard, a quien se le ocurrió la idea de que debiésemos ser equipo para que Aldo no nos quitara el trono...también cabe decir, que antes de constituir dicho equipo, peleábamos por ver quién de los dos era el más mamón... mas, como la competencia era dura, decidimos unirnos contra Aldo. Nota al pie: Martha quiso ser parte del Equipo y al no ser ni siquiera considerada, optó por tratar de intrigar aunque fallidamente, pues nunca logró provocar una sola riña interna).
Kleine (Diana Solano, a su derecha): en verdad que te aprecio, porque pese a nuestras ligeras "estire y afloje- temporadas" esta amistad se ha hecho más y más fuerte, pero no sólo eso... pues sabes muy bien que de elegir a una compañera de crítica, de lecturas, de teorías lingüísticas y literarias, no pensaría en nadie más que en ti... claro que nuestros vínculos no son únicamente de pasiones intelectuales... esa temporada en Toluca confirmó nuestra súper amistad... además ya no te queda de otra que adoptarme o apelo a tus padres y a Harry... en fin, esos momentos Beatles, tlacoyos, jugosos, sandiescos, y el poema a Lauretta son para mí muy especiales e inolvidables... te admiro mucho... creo que a veces no eres muy consciente de cuán grande eres... en fin... pa no darle más vueltas al asunto... te quiero mucho!
Borrega (Martha Rosario Borrego Bis, ausente): ¿Qué andabas haciendo al momento de la foto? ¿ Dónde estabas que no saliste casi en ninguna? Te prometo buscar una donde estés con nosotros.... en fin.. no te sientas porque no apareces en la foto... te dejo hasta el último porque sabes que eres mi apoyo y mi entrañable amiga... gracias por los momentos, por las cartas, por las risas, por los aventones, por los cafés y las charlas.... por quitarme -no sin alguna dificultad- lo huraño y hosco en estos 5 años, por los abrazos, la confianza y la paciencia... Eres la persona más noble y entregada que he conocido en tooodo el muuundo... te quiero mucho Borre...
Bueno... nada más para concluir... Gracias compañeros.. Ustedes hicieron muy ameno este aprendizaje y mucho más fácil ese estar lejos de casa... Verdaderamente son muy talentosos, siempre los envidié y ahora lo sigo haciendo, pero también los adoro... ¡Felicidades... ya nos graduamos!