Wednesday, February 28, 2007

"Once upon a time..."

Ésta debe ser una de las mejores películas del FICCO 2007, sin duda.

Diez Canoas, dirigida por el holandés Rolf de Heer (Australia 2006), es una cinta que por mucho vale la pena ver.
De entrada, la reseña nos ofrece una historia-documental sobre una tribu aborigen de Australia que pondría en cuestión algunos de los valores culturales occidentales. Pero el filme es mucho más que eso.
Un narrador empieza a contarnos una historia, mientras cruzamos parajes naturales desde el aire... "había una vez un pueblo, hace mucho mucho tiempo... ¿no es así como empiezan los cuentos? éste no será uno común...". Este narrador a menudo traspasa otros planos de la realidad fílmica para introducirnos una historia de amor, de respeto, de revancha, de dignidad, de fuerza... de humanidad. Así, la historia se desarrolla a partir de un deseo, el hermano menor del jefe de esta tribu, quiere una esposa y le apetece la más joven de las tres que tiene su hermano mayor; la trama se complica cuando un extraño llega a la tribu y -con buenas y malas intencioes- deja una trascendencia de sospechas, desconfianza y temor.
Después de este encuentro, viene la época de recolección de huevos de ganso, aunada a la caza, a la construcción de canoas, y viene por ende, un peregrinar: dos tribus se confrontan para limpiar el honor y las batallas cobran dimensiones épicas, cada grupo de guerreros tiene la oportunidad de arrojar lanzas al enemigo, y este segundo grupo sólo puede danzar y esquivar, o morir en ello... la narración es suprahumana..."danzan uno al lado de otro, como si fueran espíritus volando en el aire, esquivando las lanzas, como si fueran también ellas de aire, pero no lo son, y las piernas tampoco -se escucha el metal atravesando el torso de un guerrero que se desploma- y uno lo sabe y deja de bailar. El combate termina".
El guerrero herido -que además era el jefe- ha pagado ya la ofensa hecha al grupo contrario, es llevado a su aldea para su curación, pero ni los remedios de sus esposas, ni la intervención del hechicero le devolverán la vida, así, emplea su último esfuerzo en su propia danza de la muerte, junto al fuego hasta desfallecer, los demás lo observan, cantan, lloran, lavan y maquillan su cuerpo, espantan su alma con ramas para que lo abandone por completo.
Ahora el hermano menor puede disponer de las tres esposas del jefe recién muerto, y está por cumplir su deseo, cuando el resto de los guerreros le recuerdan la temporada de caza, al fin, comprende que no es el tiempo de tomar una esposa, y que quizás no ha hecho bien en querer tomar a la de su hermano.
El narrador nos quiere contar el final, pero antes nos da una lección de paciencia: "¿quieren saber el final? al menos el personaje de la historia ha aprendido una lección, ha aprendido a ser paciente, pero ustedes no lo son... así que les diré que todos vivieron felices para siempre, o no, eso es lo que pasa en todos los cuentos y yo ni sé qué pasó en éste después... -carcajada sonora-". Vemos de nuevo tomas aéreas, parajes paradisíacos, los detalles de la naturaleza cuidados al máximo, incluyendo el brillo de la piel humana.
Una película fenomenal, con una narración impresionate, sensible, metaliteraria, muy creativa, tomas bellísimas y una muy buena historia.
No la dejen de ver.

"Ten canoes, one hundred and fifty spears, three wives...trouble".

Tuesday, February 27, 2007

"I don´t want to be in this movie..."

Pues hace unos días empezó el FICCO 2007 y apenas vi la primera película del festival.
The Container, un filme de Lukas Moodyson (Suecia, 2006) está incluida dentro del ciclo "Tendencias" y tiene una propuesta realmente perturbadora. Por alrededor de una hora, vemos poesía en las imágenes de dicho filme, imágenes en blanco y negro a veces aterradoras, a veces inspiradoras, a veces simplemente bellas, y muchas otras, realmente desquiciantes. El contraste en todos sus aspectos debe ser uno de los grandes ejes de la película: mientras el fondo es claro, los personajes visten ropas oscuras, cuando el fondo es oscuro, nocturno, se ilumina ante nosotros un árbol de durazno, con flores rosas, claras y finas.
Otro gran contraste lo constituyen los escenarios, a veces minimalistas, espaciosos, vacíos, y de repente, los mismos personajes, en las mismas posturas se encuentran en escenarios escalofriantes, llenos de objetos propios de la colección de un psicótico, en lugares a veces asquerosos.
Sin duda, el gran contraste lo constituyen los personajes, en muchas ocasiones vestidos del mismo modo, con el mismo comportamiento, casi simétricos, como si fuera uno solo, pero desdoblado.
El filme entero transcurre en silencio, con una voz en off -también escalofriante- en un monólogo inacabable, una mujer cree estar dentro del cuerpo de un hombre, intrigada por las catástrofes mundiales, por el hambre; obsesionada con las revistas de chismes y la vida de las estrellas, obsesionada también con su apariencia, y con la maternidad.
Así transcurre un poco más de una hora. La película vale la pena, aún así, muchas personas abandonaron la sala después de veinte minutos, otros se carcajearon ampliamente todo el tiempo, algunos otros se aferraban a sus asientos; me parece que la película está diseñana para jugar con la angustia del espectador, la voz es loca y monótona, más aún, hacia al final se adhiere un zumbido de fondo muy estresante... ¿es catártica? yo creo que sí, en muchos momentos es triste, en otros divertida, pero al final, uno sale con la conciencia tranquila, pensando que vio un filme interesante... como de tendencia.

Antara

Desde siempre me han gustado poco los malls, me parecía tortuosa la idea de pasar un día entero de shopping en uno... es más, creía hasta hoy que lo único que se podía hacer en uno de ellos era comprar, comer, flirtear, bluffear, ir al cine y ver festivales ocasionales, pero esta tarde que recorría el nuevo centro Antara Polanco, mi idea de estos lugares realmente cambió.
El centro es increíble, es un complejo arquitectónico realmente armónico, agradable, cuidado, innovador y de muchos más usos de los que pueda imaginarse.
Situado en Ejército Nacional, en la anteriormente planta de General Motors, Antara ofrece un espacio realmente relajante: es una pequeña urbe dentro de la Ciudad de México que tiene oficinas, tiendas -creo que hasta un hotel- y sus espacios estás distribuidos a modo de jardín japonés, mismo que combina madera, amplias bancas, metales, rocas, plantas, agua -mucha- y una serie de paneles que contribuyen a juegos de iluminación tanto natural como artificial. De noche, las luces en las plataformas se tornan violeta, así que el lugar se convierte en un espacio onírico.
Definitivamente, este centro comercial, que lleva en su etimología la palabra "corazón", está diseñado para sugerir la tranquilidad espiritual.
Nunca en la vida me apeteció pasar tanto tiempo en un centro comercial, pero éste, en definitiva, es otra cosa. Visítenlo, la estructura y los espacios valen muchísimo la pena y un dato extra, es una de las sedes del FICCO 2007.

Monday, February 26, 2007

De un viejo libro...

See yourself in the mirror, you're separate from yourself. See the world in the mirror, you're separate from the world. I don't want that separation anymore.

Why love if losing hurts so much? I have no answers any more. Only the life I have lived. Twice in that life I've been given the choice: as a boy and as a man. The boy chose safety, the man chooses suffering.


"The pain now is part of the happiness then. That's the deal".

C.S. Lewis

Friday, February 23, 2007

Increíble

Una amiga que labora en Presencia Ciudadana me envió este clip.
Para filmarlo se necesitaron 6 millones de dólares, dos autos Honda desarmados, 3 meses y 606 ensayos.
Realmente vale la pena, no dejen de checarlo.
(Copiar la siguiente dirección)


http://www.albinoblacksheep.com/flash/honda.php

Tuesday, February 20, 2007

Monday, February 19, 2007

El Teatro Deconstruido

Ayer por la tarde veíamos una obra que deconstruía al teatro, al espectáculo, a una obra-estandarte de un autor clásico, a la mirada del espectador, a las vertientes teatrales y seguramente, con algo de imaginación, también aportaba nuevas dinámicas a los actores.
La puesta (Hipnódromo)MR, a cargo de José Antonio Cordero, tiene de base Casa de Muñecas de Henrik Ibsen, y de hecho, la representación y el texto son muy fieles a la obra original. No obstante, esta puesta en escena ofrece un nuevo espectáculo.
Para empezar, debe decirse que el uso de recursos multimedia es más que apropiado, creativo. De inicio, algunos asistentes fueron colocados en una parte del escenario, mismo que estaba dividido a modo de set de televisión; había algunas cámaras y pantallas en donde pudimos presenciar escenas de películas hechas sobre Casa de Muñecas y una proyección en vivo de la puesta a la que asistimos, que no vimos de entrada directamente, sino a través de una pantalla.
Las cosas se empiezan a deconstruir realmente cuando las pantallas empiezan a caer y vemos la representación.
En un par de escenas, los actores están tras una pantalla y sólo vemos sus sombras proyectadas en diferentes tamaños, la fuerza de expresión es inigualable, mientras un personaje tiene poder, su sombra es enorme en comparación con la de los demás, los oprimidos, y todo esto sucede en un juego de cambios de roles, poder, apariencias y trucos de iluminación.
Mas, la perspectiva del director va más allá de esto, no sólo hace uso de la tecnología, también combina diversas formas teatrales a la vez, la farsa es un gran constituyente, el teatro de cámara, la comedia musical, la danza, la videoconferencia, y en general, los actores tienen que transitar de la actuación teatral a sus respectivas modificaciones frente a las cámaras.
A mí, la obra, más que regresar a las preguntas del texto original con respecto al despertar de Nora, me hizo pensar cómo modifican las cámaras, la tecnología, y la industria de medios de comunicación lo que originalmente era sólo teatro, y cómo todos estos recursos han transformado al espectador... a lo mejor en ese sentido se inscribe este nuevo despertar de Nora Helmer.
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Casa de Muñecas (Hipnódromo)MR, dirigida por José Antonio Cordero, Teatro Julio Castillo, de jueves a domingo, entrada general $ 60 pesos.

Monday, February 12, 2007

Ladrón que roba a ladrón...


Ayer por la noche veía un documental que canal 11 presentaba sobre Malverde, nuestro Robin Hood y recordé ese extraño culto que se vive en Culiacán y alrededores.

El guión y la documentación estaba a cargo de Leo Eduardo Mendoza y se logró una producción muy amena e ilustrativa en torno al rarísimo culto a Malverde, el santo -no canonizado y desde luego tampoco bien ponderado- de los pobres y de los narcos.

Se cuenta que Jesús Malverde era un peón nacido en Mocorito que al ver las injusticias cometidas por los poderosos, empezó a robarles para repartir el dinero entre los pobres... hasta que un día la justicia lo capturó -claro, cuando robó la casa del gobernador- y fue ejecutado. Se dice que la gente cubrió su cuerpo con piedras y desde entonces yacen sus restos en el mismo lugar, bajo las mismas insípidas piedras y sin ningún lujo, de eso hace más de 100 años.

Hoy en día, se encuentra la Unidad Administrativa de Culiacán en ese lugar, pero Malverde tiene su capilla, su capellán y una multitud de creyentes que aseguran haber recibido uno que otro milagrito de éste.
El documental concluía que los narcotraficantes eran especiales adoradores de Malderde, entre otras cosas por la indumentaria típica de éstos -ya saben, sombrero, botas y cinto de pitón, camisa de seda bordada con hilos de oro y estampada extravagantemente y amén de las aparatosas joyas y dijes que normalmente ostentan-. Dicha indumentaria, al haberlos estereotipado, les ha cerrado también las puertas del culto cristiano de una manera ortodoxa, razón por la que han recurrido a otras alternativas, en este caso al supuestamente milagrosísimo Santo Jesús Malverde.

El culto no deja de ser extraño, en absoluto.

Friday, February 09, 2007

Prometeo desatado...




Desde hacía tiempo tenía ganas de leer Prometeo Mal Encadenado de André Gide.

Y resultó mucho más divertido de lo que hubiera esperado.

Mi motivo inicial era rastrear la parodia del mito y de la tragedia original, pero desde la primera página surgieron ideas más atractivas.

La novela es todo un desafío al sentido común, entre otras cosas, porque en ella se encuentran diversos planos de realidad en los que nos vemos inmersos como lectores sin otra salida que encontrarnos ahí, muy extrañados del mundo.

La novela es muy breve y en apenas sesenta páginas se contiene todo un monumento al absurdo.

La historia de desarrolla en París de los años treinta, Prometeo llega paseando por un café, conociendo gente, se enrola en amena conversación con dos personajes y de repente, llama a su águila para le coma el hígado. Los comensales, con tremenda sorpresa y terror abandonan el café tachándolo de loco. Pareciera que nadie tiene como referencia el antiguo mito en ese escenario, o bien, que Prometeo se escapó de su propio plano ficcional para insertarse en el mundo real, donde es absolutamente incomprendido, se pregunta -¿por qué la gente no entiende que ellos están mal al no tener un águila propia? ¿qué no saben que todos debemos tener un águila? ¿los demás no tienen un águila?

El águila de Prometeo se embellece al alimentarse de su hígado, pues se alimenta de todos sus remordimientos, por ello se explica que todos deberíamos tener una propia. Prometeo, sin embargo, empieza a ver las consecuencias negativas de tener un águila que alimentar de su cuerpo y decide matarla, cuando ha convencido a todos de adquirir una.

¿Será que como Prometeo, todos tenemos algo que alimentar y en algún punto de nuestras vidas hemos de deshacernos de ello?

¡Una novela magnífica!

Tuesday, February 06, 2007

Sólo sé que no he cenado...

El puente estuvo de lujo.


Nos fuimos a Morelia y ahí nos pasó de todo.
Morelia es una ciudad impresionante, el amplio centro histórico es un museo al aire libre, a excepción de los autos, las indicaciones de tránsito y algunos anuncios, uno podría pensar que camina perdido por callejones de la época colonial.
Dicha ciudad tiene un aire de nostalgia, es prácticamente color marrón, de piedra, los edificios están impecablemente cuidados, y cuando uno observa una fachada, tan conservada y tan altiva, súbitamente siente el paso del tiempo al percatarse de que el interior ha sido utilizado con todos los avatares de la tecnología y que aunque en el fondo esté de base la construcción colonial, todo lo interior corresponde al mundo moderno.
Así, toda la banda "Williams" -y un par de extras- recorrimos la ciudad y unos pueblos de los alrededores.
Por los sabores no quedó... carnitas, enchiladas morelianas, nieves de paste, corundas, huchepos, jarritos con charanda, chocolate, gaspachos, garbanzos y churritos -botana del estadio Morelos-, cubrimos lo elemental -¡en qué cantidades!-.
Por las actividades tampoco quedó: paseos por el centro, caminatas nocturnas con la ciudad iluminada, -fotos por aquí y fotos por allá-, partido de futbol "local" donde se armó una supuesta gran trifulca -que nunca vimos, seguramente por estar atrapados en el estacionamiento a la hora de partir-, paseos a Janitzio, Pátzcuaro y Quiroga -también hicimos una visita rápida a Tacícuaro-, una gran cena con charla -bromas incluidas- en el "Café de los Sentidos"y no me acuerdo de más, pero todo fue divertidísimo.
Las bromas y las risas nunca pararon.
Yo quería que el último día se alargara lo más posible... y fue grandioso, desayunamos platillos típicos en el Hotel "Virrey de Mendoza" -gran lugar-, algunos tuvieron un baño de vapor, hicimos un último recorrido por las pintorescas calles del centro, fuimos por las famosas nieves de paste, al mercado de dulces y artesanías por los souvenires, no nos podía faltar el gaspacho... y todos de regreso al Distrito Federal.
Las bromas del fin de semana prevalecían aún en el camino de regreso, y si llegábamos a olvidarlas, bastaba una llamada de auto a auto... y se hacía de nuevo la fiesta.
Un lugar agradable, un clima no muy favorable, sin embargo aprovechamos bien la lluvia, y la más que amena y estimada compañía...
¡Fue un buen viaje!

Friday, February 02, 2007

Entrando al cuarto de Van Gogh...

"Entrando a casa" de J. Seward Johnson



Notable exposición con la que puede interactuarse en el Museo Custom House de Florida.
J. Seward Johnson, artista plástico estadounidense, ha recreado obras famosas de pintores impresionistas en tercera dimensión donde los visitantes no sólo son espectadores, además entran en las obras y se ven a sí mismos como parte de la pintura.
Los títulos de las representaciones parodian y remiten a las conocidas pinturas; así, el público modifica las obras-base siendo parte de su recreación escultórica en esta exposición titulada "Más allá del Marco".

Thursday, February 01, 2007

Bitácora de Febrero

Pues ya estamos en febrero...
Y como cada febrero, de acuerdo con la tradición, es muy recomendable leer la "Bitácora de Febrero", subtítulo de Sindbad el Marino, gran poema de Gilberto Owen.